Cuando se piensa sólo en el corto plazo, a la larga se paga un precio determinante. El tema del agua potable fue “tirado para adelante”, por parte de todos los gobiernos anteriores, desde hace muchísimos años.
Quienes peinamos canas podemos dar fe que hace muchísimos años que escuchamos hablar de la vetusta cañería (algunos tramos se aproximan a los cien años), que tiene OSE y según expresa la empresa estatal, causa la mayor parte de las pérdidas de agua. Por esta razón se ha dicho, sin que nadie los desmienta, que cerca del cincuenta por ciento del agua dulce que “toma” OSE del Río Uruguay, se pierde por este motivo.
Vale decir que el tema está diagnosticado y se conoce desde hace muchos años, pero sin embargo que sepamos prácticamente nadie ha hecho nada por una solución de fondo.
Que las fuentes de agua dulce se está contaminando y reduciendo, cuando no derrochando, tampoco es un elemento que se desconozca. Sin embargo ha tenido que sucede esta enorme sequía para que realmente tomemos conciencias de la gravedad del tema.
El agua es imprescindible para la vida y el ministros de agua es imprescindible para ésta, pero si embargo nadie la ha tomado en serio. Es que el país dispone de tanta agua que poco importa el agua que se pierde o se derrocha.
Pero entendámonos bien. Nadie escapa a este derrocha. Poco importa si los culpables de haber llegado a esta situación son los colorados, los blancos o el Frente Amplio. Seguramente que llegará el momento de pedir explicaciones, y de reclamar responsabilidades, pero en realidad el problema ha atravesado todos los gobiernos y qué sepamos no fue tomado en toda su dimensión hasta que no se presentó el presente caos.
Seguramente que es uno de los temas más sensible para la población uruguaya y seguramente también, es uno de los elementos de mayor incidencia en el descontento o la satisfacción de una población.
Pero creemos que nuevamente le estamos errando- En estos momentos poco interesa saber si el responsable de la actual situación es fulano o mengano, apaguemos primero el incendio y luego dediquémonos a analizar las posibles causas.
Pretender politizar este tema, en estos momentos es desubicado. No es este el momento oportuno para hacerlo, porque todos en mayor o menor medikda somos responsables de la actual crisis, pero cada cosa en su lugar. Ya llegará el tiempo de pedir cuentas.
A.R.D.