Gustavo Da Cunda – Centro de Atención de Familiar Policial (CAFPOL)
Funcionario del ministerio del interior de toda una vida, Gustavo Da Cunda es además uno de los miembros fundadores del CAIF ´Los Gallitos´; este lugar que a principio de la década de los ´90 nació para atender la demanda de los efectivos policiales, quienes no tenían donde dejar a sus niños en horas de trabajo. El mismo fue creciendo; hoy son tres los centros bajo la coordinación de la misma organización. Toda una vida dedicada a los niños y su bienestar a través de los CAIF, Da Cunda nos relata en esta entrevista la realidad y la situación, además de una reseña que viene cargada de nostalgia, de satisfacción personal y por supuesto de las distintas comisiones que pasaron a lo largo de estos mas de 30 años.
“Desde el año 1992 con la primera comisión que se formó se gestiona el CAIF Los Gallitos, después con el trascurso del tiempo esta asociación se hizo cargo y fundó otro de los centros, en este caso el de Salto Nuevo situado en las esquinas de Larrañaga y Juan H. Paiva; lleva el nombre de ‘Santa Filomena’.
Ese mismo año, en el 2004 Ceibal y los niños de la zona se vieron beneficiados con la llegada de otros de los centros; primero comenzó a funcionar en la capilla del Luján (por eso lleva su nombre) pero luego, en el 2012 se trasladó a calle Beltrán y Cuareim, contiguo al salón comunal del barrio.
En total se atienden a 155 niños por centro, esto quiere decir que son muchísimas las familias beneficiadas. A esto debemos sumarle una larga lista de espera.
Desde siempre trabajamos con una muy buena coordinación con primaria y con los jardines donde están ubicados los centros. Debido a eso, los niños que cumplen 3 años pasan automáticamente a los Jardines de la zona. Es una coordinación que se hace en todo el país, todos los menores que concurren a los CAIF tienen prioridad para el ingreso a los ‘iniciales’”.
La importancia de venir a ´Experiencias Oportunas´.
“Nosotros recibimos bebes de 3 meses, lo que denominamos ´experiencias oportunas’, acompañados de un referente adulto, sea padre, madre, abuelo o familiar directo vienen con los niños una vez a la semana y allí comienza su camino en los distintos lugares que tenemos. Ese ingreso le brinda la posibilidad de pasar a los dos años a la diaria, para permanecer durante 4 horas de lunes a viernes.
Nos encontramos con una situación que los padres muchas veces no nos entienden y después cuando llegan a los dos años e intentan ingresar se encuentran con que no hay lugar. Siempre el lugar de privilegio lo tendrán aquellos que vinieron de chiquitos. Siempre, en cada comienzo se nos hace un cuello de botella debido a esta situación que planteo en esta entrevista”.
Gallitos; El tercer CAIF de Salto.
“El CAIF ´Los Gallitos’ fue el tercero que se abrió en Salto, después Don Atilio y William, yo aún permanezco desde aquella comisión que se fundó antes de 1992 para lograr inaugurarlo. Este centro nació con un propósito; atender la demanda que teníamos en la policía, allí fueron los hijos de los funcionarios y por ende tenían la prioridad. El reparto de cupos esta dividido de la siguiente manera; un 80 por ciento para la comunidad policial y un 20 para la sociedad del radio donde comenzó a funcionar. Desde el ’92 los barrios La Estrella, Paso del Bote y una parte de Cien Manzanas se han visto beneficiados, incluso hay padres que hoy envían a sus hijos, cuando ellos fueron los primeros en venir, fueron aquellos niños que inauguraron ´Los Gallitos´.
En diciembre del pasado año firmamos un convenio donde atendemos a los bebes de un año a dos diariamente, eso nos llevó a ampliar el cupo; hoy en Los Gallitos hay 175 niños un poco más que en los otros dos centros”.
´Una fuente de empleo inagotable´
“El CAIF un creador de empleo permanente, directa y con muchos proveedores, más allá de la atención de los niños, eso muestra ´la otra cara´; la cantidad de personas que trabajan hoy.
En cada lugar son 20 personas directamente, entre docentes, profesionales, auxiliares y otros. Después están los proveedores; ahí entran las panaderías, carnicerías, supermercados, comercios de barrio, trasportes, me estoy olvidando de algunos, pero son muchos los que se mueven en el entorno, trabajando con todos nosotros”.
‘Un agradecido por trabajar tanto tiempo´.
“Gracias a los CAIF recorrí todo el país, fui conociendo cada rincón y soy un agradecido, hasta el día de hoy me cruzo con padres y principalmente policías que hace 30 años vinieron, lo lindo que te dicen; ´ ¿se acuerda de mí? ´ Yo los miro y me río, porque claramente no puedo retener tantas caritas de aquellos años”.
La visión de Fernández Faingold, la aprobación de Sanguinetti y Malaquina inaugurando los dos primeros del país.
“Cada gobierno ha ayudado más, cada partido político ha contribuido y favorecido a los niños durante los distintos mandatos.
Debemos remontarnos al primer gobierno del Presidente Julio María Sanguinetti donde Hugo Fernández Faingold era el ministro de trabajo. A raíz de un viaje a Chile ´Faingold´ se trajo la idea que primero la experiencia piloto se extendía hasta los ‘90 y luego se cerraría.
El doctor Lacalle Herrera, (presidente del ’90 al ’95) no solamente la extendió, sino que le dio más presupuesto y se fundaron más centros en el país. Y así, sucesivamente, hoy está dentro de las políticas de estado y a nadie se le ocurre tocar un CAIF.
En Salto el intendente en el retorno a la democracia fue el escribano Malaquina quien vio esa oportunidad y de inmediato se trajo la idea para Salto y la llevo a cabo con una velocidad en los tramites admirable. No fue ningún lento y gracias a eso llegaron mas centros a Salto y le cambió la vida a los niños y a las familias. Aquellos niños que van al CAIF son privilegiados por aquellos visionarios y tienen una atención muy especial, ya que jamás se olvidan que sus inicios fueron en un CAIF.”