Son numerosas las comunicaciones que se han realizado con nuestra Redacción respecto al desenlace que tuvo a nivel de la Justicia el caso de la carneada de varias vacas Holando que se perpetró en un predio ubicado a pocos metros al sur del río Daymán.
Hay lugares de la ciudad en que es posible observar como deambulan verdaderas jaurías de perros. Algunos son vagabundos y sin dueño, pero también los hay aquellos que tienen propietario pero los dejan “callejear”.
El “Día de…” no tiene casi límites y siempre es posible encontrarse con nuevas celebraciones, algunas de ellas impensadas. No es por supuesto el caso del Patrimonio y del Turismo de los que hay que hablar sí de coincidencia en cuanto a la fecha.
No son pocas las personas a las que se les crispa los nervios cuando en las madrugadas de los días de semana sienten el ulular de sirenas. Prácticamente todos tienen a familiares que andan en la calle y el hecho no resulta indiferente a nadie.
Vamos concluyendo un mes en el cual llovió el primer martes. A partir de allí las lluvias estuvieron presentes prácticamente todas las semanas, aunque más no sea durante un día. Es como aquello de que “viento del Este, agua como peste” o “helada sobre el barro, helada segura”, como acostumbran a asegurar los viejos observadores de la naturaleza. Que los hay, los hay.