Salto sigue conmovido por las muertes que se han dado en siniestros de tránsito últimamente. Ayer, un periodista de este diario escribía en sus redes: “La brutal bestialización del tránsito salteño. Entendelo bien: cualquiera puede morir. ¿Ta? Solo eso”. Y tiene razón, así mismo estamos.
Es que ayer precisamente, casi juntos, hubo en el centro de la ciudad otros dos siniestros de fuerte impacto, literal y metafóricamente hablando. Literal porque fueron golpes fuertes entre los vehículos. Y metafórico es el golpe que significa ver cada día a gente que no respeta las normas. Choques en esquinas con semáforos se está volviendo habitual.
Seis (6) aproximadamente es el promedio diario de siniestros que recepciona la Brigada de Tránsito de la Policía. A esos hay que sumar otros que ocurren y no se denuncian. ¡Es mucho!
Una más de tránsito: la forma en que salió ayer de un garage de Brasil al 800 un Fiat 1 fue realmente temeraria. Los motonetistas que venían circulando “clavaron los frenos” y hasta alguno resbaló por ello. No quedaba otra opción. El conductor, o conductora, salió sin mirar nada. Como tampoco miran nada, muchos que abren raudamente las puertas de un vehículo estacionado.
Una buena: se hizo la luz en Avda. Orestes Lanza al 200. Hace tiempo los vecinos venían reclamando porque no funcionaban los focos. Ahora sí, problema resuelto.