No ocultaba su enojo en la tarde de ayer, una madre que con su bebé en coche esperó varios minutos junto a la cebra peatonal frente a la Escuela 8, en la Avda. Batlle, para que los conductores le dieran paso. Recién pudo cruzar cuando el chofer de un ómnibus del recorrido urbano se percató de su presencia, entonces se detuvo y también pararon quienes venían detrás.
«Es algo muy común acá, lo mismo pasó hoy de mañana con una pareja de personas mayores, que estuvieron rato para poder cruzar», nos decía gente del lugar. Y seguro no ocurre solo allí sino en muchos, por no decir en todos los cruces de peatones que hay en la ciudad. Lamentable.
Personas que viven en la zona de Camino del Éxodo y Apolón se comunicaron este pasado fin de semana con nuestra Redacción. Sostiene que fue «impresionante» y «toda la madrugada» la música alta que se escuchaba tanto viernes como sábado en la noche. Por el tránsito que había y porque se vieron algunas camionetas con mucha gente arriba, afirman que «la movida era grande». ¿Fiestas clandestinas?
Según cuentan algunos padres, que incluso plantearon el malestar a las autoridades correspondientes, en algunas escuelas no se estaría controlando debidamente el uso de tapabocas tanto en niños como en docentes durante los horarios de clase. Una pena.