Semana de la carne
Un estudio del Instituto Nacional de Carnes indica que entre enero de 2005 a marzo de 2011 Uruguay ha mantenido mayores ingresos medios que Brasil, en concepto de exportación de carne bovina.
En el 2005, Uruguay y Brasil mantenían una importante brecha con Australia (1000 USD/ton PC) y Estados Unidos; éste último siempre por encima de Australia.
En el año 2006, Brasil y Uruguay disminuyeron la brecha existente con ambos países; coincidiendo esto con la apertura del mercado de la Federación Rusa, pero con una importante diferencia aún de unos 500 USD/Ton Pc.
La disminución de la oferta de Argentina y los problemas sanitarios de Brasil en la Unión Europea ocurridos desde fines del año 2007 y durante 2008 permitieron el incremento de la participación de Uruguay, pasando del entorno del 10 % a un 23 % de los volúmenes exportados.
La principal diferencia entre las exportaciones de carne bovina refrigerada uruguayas con las de EEUU y de Australia son las proporciones en volumen destinada al mercado de la Federación Rusa y de la Unión Europea.
Para el año 2010 se destinaron 63 mil ton a la Unión Europea (18%), mientras que a la Federación Rusa 118 mil toneladas (34 %), proporciones muy superiores a las observadas en las exportaciones de EEUU y Australia.
En los últimos años éstos exportadores han ido incrementando su participación en los mencionados destinos, sin llegar aún a los valores de participación de Uruguay.
EL CONSUMO INTERNO
Se acorta la brecha de consumo de carne entre las zonas de mayor poder adquisitivo y la más baja.
Este será uno de los temas que se abordará durante al Foro de las Carnes que tendrá lugar el próximo jueves 2 de junio en el Edificio Anexo José Artigas del parlamento nacional.
Según un estudio realizado por INAC en el departamento de Montevideo, en el año 2005, la diferencia entre el consumo de la zona de mayor poder adquisitivo y la más baja ascendía a 22 kilogramos por habitante por año.
En 2010, esa diferencia se redujo a 16 kgs/hab/año.
El área socioeconómica de menor poder adquisitivo presentó un consumo de carnes de 47 kilogramos por habitante por año.
Otro de los datos observados ha sido que las zonas de bajo poder adquisitivo presentaron un aumento de consumo no sólo en carne aviar cuyo índice de aumento fue por abajo del IPC, sino también en la carne bovina.
En un país con renta media el consumo de 94 kilos/hab/año se considera alto al compararlo con el resto del mundo.
El aumento de consumo se explicaría por el aumento del Índice de Salario Real y confirmaría la relación entre poder adquisitivo y consumo de carne.