Al 25 de junio de 2018 habrá que inscribirlo en los hechos tristemente adversos de la Liga Salteña de Fútbol, desde el momento que después de tantos años, una sesión del Consejo Superior funciona sin los medios de prensa a los efectos de la cobertura correspondiente.
El hecho es uno y es del caso exponerlo para estricto conocimiento del lector, quien en definitiva se transforma en el receptor de las informaciones que en el Consejo Superior se producen.
La sesión del Consejo Superior se desarrolla a partir de la hora 20 de acuerdo a lo resuelto en su momento por neutrales y representantes de clubes.
No han faltado instancias en las que previamente se verifican reuniones preliminares a puertas cerradas, por lo que la sesión se posterga por varios minutos en su inicio. Un par de meses atrás los cronistas deportivos de los medios abocados a la cobertura de las sesiones de referencia, abrieron diálogo con el presidente Juan Ramón Guarino y el vice Marcelo Beltramelli, a los efectos de unificar criterios y evitar esperas que en algunos casos superaban los 20 o 25 minutos.
CUANDO LA GOTA DESBORDA EL VASO
Lo acontecido en la víspera, superó claramente el límite de lo aceptable.
Siendo la hora 20.45′ neutrales y delegados prolongaban su reunión a puertas cerradas, sin que en ningún momento se notificara a los representantes de los medios sobre la decisión al respecto, de continuar el encuentro sin la prensa.
No hubo delicadeza elemental, de solicitarse una tolerancia o comprensión hacia quienes aguardaban la instancia del Consejo Superior.
Tras 45 minutos de espera, los medios presentes (escritos, radiales y televisivos), optaron por unanimidad hacer abandono del recinto de la Liga Salteña de Fútbol sin desarrollar pues, la cobertura informativa.
«ES COMO UNA TRAICIÓN»
Desde la propia Liga surgió el informe en directo de los colegas de Radio Tabaré, especificando sobre la situación que se estaba viviendo.
Todos los cronistas deportivos ofrecieron su punto de mira, subrayándose «la total falta de respeto y desprecio hacia la función periodística».
Asimismo un colega no fue menos que frontal, desde el momento que apuntó a que «lo de Guarino es como una traición, teniendo en cuenta que nos aseguró un tiempo atrás que estas reuniones previas no se irían a llevar más a cabo y se respetaría el tiempo ajeno».
Por lo demás, en el caso de EL PUEBLO, los lectores sabrán admitir la justicia de la medida adoptada, que no parece menos que responder a una crisis de convivencia que se verifica en la Liga Salteña de Fútbol, de meses a esta parte.
Y en este caso específico, el no respeto al tiempo ajeno. Una cuestión básicamente esencial, que resultó ser otra vez, penosamente sometida.