El robo de una piscina de 16.000 litros fue aclarado, luego de que el damnificado divisara el enorme objeto en una finca del barrio Don Atilio.
Como informó El PUEBLO oportunamente, el viernes pasado “desapareció” una enorme piscina de una finca ubicada en una zona de chacras cercana al aeropuerto, pese a que la misma se encontraba armada y repleta de agua.
Los ladrones sabían que en las primeras horas de cada jornada la vivienda se encontraba deshabitada y que apenas salía el sol se hacía presente un grupo de albañiles que está a cargo de un trabajo de reformas, por lo que aprovecharon al máximo el poco tiempo disponible para consumar su engorrosa tarea, la de desmontar el objeto y vaciarlo de agua, para poder llevárselo.
Cinco días después de cometido el robo, el dueño de la piscina volvió a presentarse en la Seccional 3a, aseverando haberla vista en una vivienda del barrio Don Atilio. Esto hizo que un móvil policial se trasladase a la finca marcada para constatar que se trataba de la piscina hurtada, siendo esta incautada.
Notificados los propietarios de la finca, aseguran que el propio viernes pasado (día del robo), encontraron una lona y unos caños en un terreno baldío próximo a su casa, los que tomaron con el objetivo de hacer un alero para el automóvil. Pero al llegar a la finca se dieron cuenta de que se trataba de una piscina, por lo que decidieron armarla para que sus hijos disfrutaran de ella.
El objeto estaba valuado en 20.000 pesos.
LE ROBARON HASTA
LOS CHAMPIONES
Un hombre denunció haber sido víctima de hurto en su domicilio en la madrugada de la víspera. El personal de la Seccional 5a tomó conocimiento de que estaba activada la alarma en una finca ubicada en zona de Garibaldi, por lo que un móvil policial concurrió al lugar y se encontró con el propietario, quien aseguró haberse ausentado de su propiedad por algunas horas, volviendo al mismo tras ser alertado por una empresa de alarmas de que se había activado una alerta.
Tras retornar al hogar, constató el daño de la puerta lateral y el faltante de un televisor Led, una notebook, 12 botellas de vino Cabernet Sauvignon, una licuadora, una pala para pozo de metal, 2 casilleros vacíos de bebida y un par de championes color gris.
ANCIANO SE CONFIÓ Y LO PAGÓ CARO
Un hombre de 73 años de edad recogió en su auto a una mujer, el pasado jueves 16, y la llevó al barrio Ceibal, por expreso pedido de ésta. Una vez allí, la dama le dijo que tenía un menor a cargo y que no tenía dinero para alimentarlo, a lo que el septuagenario le dio 200 pesos, aunque sin pedirle favor alguno a cambio, según declaró.
Cinco días más tarde, los dos protagonistas de la historia volvieron a encontrarse y concurrieron en auto a la zona de Costanera Norte a tomar unas cervezas. En determinado momento, el hombre cayó dormido y se despertó horas más tarde, constatando que se encontraba sin compañía y sin el celular que llevaba en el bolsillo, de donde también le faltaban 700 pesos.
Practicadas las averiguaciones del caso, se logró identificar a la mujer, a quien se la detuvo para ser indagada el respecto.
HURTARON KIOSCO
Un kiosco ubicado en la zona del zoológico se denunció que fue hurtado en la madrugada del jueves 19. El dueño del mismo fue alertado por un vecino del lugar, quien a las siete de la mañana de dicho día le avisó que su comercio estaba abierto. Cuando el comerciante concurrió al lugar, descubrió daños en la cerradura del kiosco, del que habían robado golosinas y mercadería varias, una garrafa de tres kilos, una caldera, un bolso y una radio de ocho pilas.
Practicadas las averiguaciones del caso se logró la detención de un joven de 19 años, quien manifestó que estaba sentado cerca del lugar cuando apareció un familiar con su amigo -ambos menores de edad-, quienes confesaron ser autores de los hechos.
El Magistrado Actuante resolvió que el mayor de edad fuera conducido a la sede judicial para instruir y que se emplace a los menores a presentarse en la propia sede judicial con representantes legales.
OPERATIVO EN DAYMÁN
Efectivos policiales realizaron ayer un operativo en la zona del Daymán, que desarticuló la posibilidad de que se cometiera un delito. La alarma se activó cuando tres hombres con antecedentes penales se registraron en un hotel de la zona, informando al recepcionista que se quedarían sólo por un día y que su estadía no se extendería más allá de las 5.00 de la madrugada. Esto provocó la desconfianza de los funcionarios de la Policía, quienes indagaron al trío proveniente de Maldonado y le hicieron saber de que estaban alertados por su actitud sospechosa. Los hombres acusaron recibo y volvieron al este del país, sin siquiera darse un baño en las termas.