Se trata de esas coincidencias de la literatura de un país,
coincidencias de la vida en definitiva.
Tres importantes poetas uruguayos nacieron un 9 de enero. Julio Herrera y Reissig, Salvador Puig y Enrique Estrázulas.

HERRERA Y REISSIG
Al primero tenemos que ubicarlo a comienzos del siglo XX, como figura sobresaliente de aquella época de oro para las letras uruguayas en la que también se destacaron Delmira Agustini, Ma. Eugenia Vaz Ferreira, Rodó, Florencio Sánchez, Horacio Quiroga…
Julio Herrera y Reissig nació en Monte-video el 9 de enero de 1875 y falleció el 18 de marzo de 1910, cuando apenas tenía 35 años de vida. Su casa fue
uno de los lugares más importantes de reunión de la bohemia inte-lectualidad de la época, más precisamente el altillo (o mirador) de la casa (cenáculo al que se llamó La Torre de los Panoramas) y que en la actualidad ocupa como sede la Academia Nacional de Letras. Fue, a nuestro entender, el mayor sonetista de la literatura uruguaya y fi-gura descollante del Modernismo en nuestro país. Entre sus sonetos más destacados hoy elegimos compartir:
La vuelta de los campos
La tarde paga en oro divino las faenas.
Se ven limpias mujeres vestidas de percales,
trenzando sus cabellos con tilos y azucenas haciendo sus labores de aguja, en los umbrales.
Zapatos claveteados y báculos y chales…
Dos mozas con sus cántaros se deslizan apenas. Huye el vuelo sonámbulo de las horas serenas. Un suspiro de Arcadia peina los matorrales.
Cae un silencio austero… Del charco que se nimba estalla una gangosa balada de marimba.
Los lagos se amortiguan con espectrales lampos,
las cumbres, ya quiméricas, corónanse de rosas. Y humean a lo lejos las rutas polvorosas
por donde los labriegos regresan de los campos.
PUIG Y ESTRÁZULAS
Para hablar de Puig y de Estrázulas debemos acer-carnos en el tiempo. Ambos nacidos el 9 de enero, Salvador Puig en 1939 y Enrique Estrázulas en 1942. Salvador Puig falleció el 3 de marzo de 2009 y Enrique Estrázulas el 7 de marzo de 2016.

Salvador Bécquer Puig fue poeta y periodista. Entre sus varios libros so-bresalen: Apalabrar (1980, prólogo de Eduardo Mi-lán), Lugar a dudas (1984), Si tuviera que apostar (1992), En un lugar o en otro (2003) y Escritorio (2006). Este es uno de sus poemas:
Tango infinito
Volverás…
Hoy fue la noche quien lo dijo
hoy la noche cayó del caballete
y la ventana entró pintando
lunas azules en mi cuarto.
Volverás…
Aunque la noche mienta.
Porque la noche inventa.
En tanto Estrázulas fue un narrador, poeta, ensayis-ta, dramaturgo, periodista y diplomático. Parte de su obra publicada se compone de: seis libros de poesía, ocho novelas, cinco libros de relatos, cuatro ensayos y tres obras de teatro.
Su obra más conocida y difundida es la novela Pepe Corvina, con la que se inauguró como narrador en 1974, obra que había surgido años antes como breve letra de canción que llegó a musicalizar y cantar nada menos que Alfredo Zitarrosa. Sus obras fueron tradu-cidas al francés, inglés, griego, alemán y portugués. Lo recordamos hoy con este poema:
Memorial de otoño
Y me acuerdo de ti
en el devaneo de esta calesita de insomnios en la más rocosa región del pensamiento, pero también me acuerdo de ti
tirado bajo crujientas arboledas
en donde miro triste caer la lenta flor
que no estuvo en tu pecho.
Cómo me acuerdo ahora
intensamente ahora
bullente y solo
cómo me acuerdo ahora
de ti, de cómo eras.
Me acuerdo tanto que al pensar te soplo aquel rumor dorado en tu cabeza
ese latir callado de tu boca
a punto de decir lo que no oigo.
Cómo quisiera oír tu corazón
ton encendido siempre entre tus piernas bajo el halo a vendimia de tus pechos
allí dejaba de cantar mi boca
para beberse tus poemas
allí me hubiera muerto sin sentirlo
una noche cualquiera como ahora
como esta noche que te ve caer
sobre los bosques que al crujir te ruegan sobre este hombre con olor a ti enamorado vaporoso y muerto.