No es menos cierto que las lluvias caídas de varias semanas a esta parte, han reflejado las complicaciones de casas habitacionales. Podrán ser excepciones en las reglas, pero lo cierto es que los dramas han surgido a la hora de resistir. Algo más que goteras!. En otros casos más y en otros menos. Concreto es que los techos del vetusto local de la Liga Salteña de Fútbol, partes mismas de esa realidad, a tal punto que los funcionarios administrativos deben evitar que documentos específicos permanezcan en lugares visibles, cuando las oficinas permanecen cerradas.
Todo al fin de cuentas, propio de un estado de situación adversa del mismo local, el que acusa inexorablemente las consecuencias del paso del tiempo.
EL PENSAMIENTO
QUE SE REFLOTA:
POSIBLE O NO?
A la luz de la nueva situación, el tema ha ganado espacios por lo menos a nivel de la dirigencia de la Liga Salteña de Fútbol. El pensamiento-análisis es uno: saber si llegó el momento de apuntar a uno de los proyectos que duermen en los cajones de la casa del fútbol. Esto es, el traslado de las oficinas a la manzana donde se yergue el Parque Ernesto J. Dickinson. Años atrás, en ocasión de la presidencia de Adolfo García Da Rosa, el miramiento se fue deslizando en esa dirección y cuenta la historia en síntesis, “que el presidente le faltó trabajar y acentuar la idea. Tampoco persistió tanto, porque se topó con un 40 por ciento por lo menos de opiniones contrarias”. Pero esa idea-proyecto no es un materia precisamente descartable. Es más, ahora no faltan los que tienen la tendencia a reflotarlo.
UNA ESTRUCTURA
GENERAL
La evaluación que surge del actual local de la Liga, es que “perdió sentido de la funcionalidad. La sala principal en el medio, no pocas veces se transforma en corredor, por lo que se resigna determinada intimidad, además de otras complicaciones”. Si la Liga Salteña de Fútbol “se mudara al Dickinson sería lo ideal, porque en un mismo espacio físico se desarrollarían todas las actividades puntuales”.
Uno de los neutrales actuales en diálogo con EL PUEBLO, no pareció convencido de la idea, “pero se que alguno de mis compañeros la tiene entre ceja y ceja, por lo que en cualquier momento puede plantearse, por lo menos para saber cual es el ambiente que existe a ese nivel”.
¿LA DISCORDIA ABIERTA?
Cuando García Da Rosa, mandó la pelota a la mitad de la cancha, para que el tema se filtrase en el listado del debate, hubo otros ex presidentes que asintieron la idea. En tanto ahora y tras el rescate de opiniones de EL PUEBLO a nivel de delegados, queda en claro que la discordia es capaz de abrirse de par en par, “desde el momento que la prioridad no es trasladar las oficinas de la Liga”. No faltan quienes reflejan el pensamiento, asentándose sobre otra base argumental: “Es posible pensar que la Liga llegue a los 100 años, sobre la base de un local que de a poco se va cayendo a pedazos?”.