Las políticas públicas implican una serie de acciones estratégicas que buscan generar cambios en la forma de gobierno de cada país para impulsar el bienestar de su sociedad. Los gobiernos tienen el desafío de tomar decisiones sobre cómo utilizar los recursos públicos en estas políticas, de forma efectiva.
En la búsqueda de hacer las políticas públicas más efectivas, en la práctica se plantea poder simplificar, optimizar y medir las mismas. El simplificar, implica nada más y nada menos que poder hacer sencillo lo complejo. Se busca generar un marco, que lleve a simplificar la toma de decisiones y a conquistar de los objetivos propuestos. Aquí se puede utilizar estrategias basadas en estudios del comportamiento humano, como es que las personas tendemos a elegir la opción que se nos presenta predeterminada. Un claro ejemplo han sido las diferentes políticas de donación de órganos. En aquellos países donde la población es donante y para dejar de serlo tiene que realizar un trámite, hay un alto porcentaje de donantes. Mientras que en aquellos donde para ser donante se tiene que realizar un trámite, el porcentaje es bajo. Por lo tanto, convertir una opción en predeterminada hace que sea más probable que esta sea adoptada. Las personas preferimos reducir el esfuerzo para adoptar un servicio. El esfuerzo que requiere llevar a cabo una acción con frecuencia desalienta a las personas. Por esto, reducir el esfuerzo necesario para llevar un trámite a cabo, puede incrementar la respuesta de los ciudadanos. A su vez, simplificar los mensajes, que los mismos sean claros, va a conllevar un incremento significativo en la tasa de respuesta de las personas. Simplificar trámites mediante instrucciones más sencillas o subdividir en pequeños pasos trámites complejos, lleva a que más gente los realice.
Toda política pública se puede optimizar, ya sea una prexistente como una recientemente implementada, que luego de medirse, se busque incrementar su porcentaje de efectividad. Recursos para optimizar estas políticas puede ser volver a consultar a los usuarios de las mismas luego de implementadas. Otra forma es luego de medirla, recurrir a los detalles que hagan incrementar la participación. El optimizar es buscar una mejora, luego que la política pública ha tenido aceptación.
Es fundamental medir las políticas públicas para obtener datos, de forma de poder mejorarlas. La evaluación de impacto, es vital para determinar si una política pública es efectiva o no. Por ejemplo, si existe una política pública de entrega de libros en enseñanza primaria, puedo medir en primera instancia si efectivamente esos libros llegan a toda la población de niños. Pero luego puedo hacer una valoración de impacto en relación al efecto de tener acceso a este material. Es decir, si se han incrementado sus habilidades de lectura, cognitivas, qué efecto ha tenido en su educación, en su bienestar, si ha habido cambios en la matriculación por dar este beneficio, entre otros indicadores.
En suma, simplificar, optimizar y medir, para que los gobiernos utilicen de mejor forma los recursos públicos a favor de la sociedad toda.