Para retornar a la Asociación Uruguaya de Fútbol, después de casi 20 años ausente, Salto Fútbol Club hizo lo que debía hacer: contemplar todas las cuestiones previas, incluso el pago de una deuda que supo de años. Quedaba en claro que más allá de los últimos vaivenes, la cúpula de mando hizo los deberes, contando con un aliado real: el presidente de AUF, Ignacio Alonso.
Antes de viajar a Brasil, presidiendo la embajada de Uruguay durante la edición de la Copa América de Selecciones, la cortante confesión de Alonso repiqueteó frente a quien quisiera escucharlo: «SALTO ESTÁ ADENTRO».
Quedó en claro que el pope de la casa del fútbol NO MINTIÓ. Lo que dijo, fue. No alteró el orden de las cosas, más allá que en la semana que va finalizando, toda la andanada de repercusiones en torno a la Primera División Amateur.
Los clubes que recusaron la decisión de Ignacio Alonso, el que dio «un verticalazo», para producir el ingreso de algunos equipos del Interior, cuando «el tema no pasó por la decisión de los clubes». Los clubes de la Primera División Amateur, no bajan de una toma de posición: impugnar lo resuelto. Salto Fútbol Club no está a la intemperie. En el interior de la Primera División Amateur… pero en medio de la jauría.