Al momento de escribir estas líneas aún no se conocían resultados de la elección nacional de ayer, pero sea cual sea el resultado, hay un elemento que no puede pasarse por alto, porque es absolutamente violatorio de las disposiciones electorales.
Hubo una de las encuestadoras, que se ha golpeado el pecho reiteradamente, diciendo que es la que más ha acertado, en las internas y que se la ha dejado de lado.
Aludiendo al menos a esta misma encuestadora –cuyo titular había anunciado que la cancelaría si no resultaba presidente el Dr. Lacalle – se distribuyó ayer un correo electrónico con resultados que se afirma fueron recogidos a “boca de urna”.
Ahora bien, más allá del error o el acierto, lo que es absolutamente inadmisible es que esta encuesta supuestamente hecha a boca de urna, se haya difundido a la hora 17.00, esto es tres horas y media antes de la hora permitida para la difusión de este tipo de trabajos.
Esto es claramente violatorio de la disposición legal en este sentido y se supone que los datos difundidos podrían ser absolutamente manipulados para beneficiar a determinado partido o ideología.
No interesa cual o cuales hubieran sido los resultados proporcionados, ni a quienes o quienes favorecerían, supuestamente. La cuestión es que a nuestro criterio se trata de una maniobra, hecha en conocimiento de que es violatoria de las disposiciones pertinentes.
Queda claro que habría que confirmar si realmente la responsabilidad es de la encuestadora que menciona el correo electrónico o si se trata de uno de los tantos “correo basura” que se colocan en la red.
Si a esto le sumamos otras violaciones que se registraron, incluso de parte de uno de los miembros de la Corte Electoral, es a nuestro criterio una prueba irrefutable de que se hace imprescindible determinar las sanciones a quienes violen las disposiciones electorales.
Si no se lo hará, lisa y llanamente, debemos eliminarla, una ley sin sanción no es ley, porque nadie la acata.
Aún tratándose de hechos aislados, de las excepciones al ejemplar acatamiento que tuvo la población en general en una jornada cívica rodeada de una gran tranquilidad, no se pueden permitir por la sencilla razón que está dando ventajas indebidas precisamente a los trasgresores.
Es una de las “patas rengas” que tiene el sistema electoral.
La veda de propaganda que supuestamente rige desde la hora cero del viernes anterior al acto eleccionario, hasta la hora de cierre de los locales electorales, ha quedado incompleta y necesariamente debería de completarse o eliminarse, para que no haya injusticias.