Desde hace muchos años se viene invirtiendo tiempo y dinero en concretar una Central Hortícola del Norte que nuclee, en respectivos puestos, a los productores hortifrutícolas de Salto y la región. Una vez concretada la meta (la Central ya está construida en el extremo Este de la ciudad, intersección de las rutas 3 y 31), resulta más que llamativo que para los 50 puestos disponibles, haya hasta ahora solamente 9 productores interesados. Es más, la concreción de la obra llevó incluso, en su momento, a que hubiese rispideces entre representantes del Gobierno Nacional y del Gobierno Departamental, ya que cada uno pretendía atribuirse el mayor mérito en el logro alcanzado. Sin embargo ahora, ante la carencia de interesados (lo que para algunos productores consultados por EL PUEBLO conducirá “directamente al fracaso del proyecto”), pocos actores políticos parecen asumir la responsabilidad.

Según Francisco “Quico” Ferreira, quien comercializa los productos de su chacra en el Mercado Regional Norte (fundado por Emilio de León y ubicado sobre calle Diego Lamas) desde hace más de 25 años, pero que además supo estar presente en la década de los 80 en el Mercado Modelo, “donde íbamos 8 chacreros de acá a vender lo nuestro”, instalarse en la nueva Central Hortícola resulta directamente “imposible por los altos costos que se exigen”. Así conversaba Ferreira con este diario:
-Su postura es que trasladarse a la Central Hortícola no conviene económicamente, ¿es así?
Nooo, ¿qué va a convenir ir? Con esos precios no, no puedo haber trabajado toda una vida para tirar todo ahí en poco tiempo, para fundirnos, porque con esos números que están dando, no sé si los cambian o no, pero con esos números es imposible ir. Nosotros acá donde estamos (Mercado Regional) somos 9 y tenemos 2 galpones alquilados, y entre los 9 estamos pagando 1.200 dólares por mes.
-¿1.200 dólares en total, para pagar entre todos?
Claro, o sea, algunos pagan más porque tienen más puestos y otros menos porque tienen menos puestos, pero está dividido y a mí por ejemplo me corresponde pagar 170 dólares por mes.
-¿Y en la nueva Central de cuánto estamos hablando?
Y… Hablaban de 15.000 dólares un puesto de 10 x 4 metros, más 15.000 por mes, más unos 10.000 de gastos comunes, pero no sé, esa parte ya no sé, no seguí más esa parte porque con eso ya daba para decir que no. Aparte en el puesto que yo estoy ahora, tengo muchos metros para trabajar, tengo mucha comodidad, y para ir a la Central tendría que alquilar 5 o 6 puestos. Saque la cuenta usted, 5 o 6 puestos a 15.000 dólares, es impensable, impensable…
-A gente con experiencia en la materia como usted, ¿no se le consultó previamente?
No, no, nunca. Eso es lamentable, ¿no? Porque les podríamos haber dado una buena mano. Yo nomás tengo muchísimos años de experiencia y no mala experiencia, porque me ha ido bien. Mire que ha pasado mucha gente por esos mercados y se han terminado, no sé cuál es el problema, si es equivocarse o qué, o quizás otros tuvieron más suerte, pero también la clave está en la conducta.
-Pero tenemos entendido que alguna conversación con ustedes hubo…
Vinieron hace como 3 o 4 años atrás e incluso nos hablaron de 25.000 dólares, estaba (Alejandro) Secco y yo le pregunté cuánto nos iba a costar y nos dijeron 20.000 o 25.000 dólares por puesto. Se ve que después lo bajaron un poco, pero es un disparate…
-Ustedes argumentan también que el lugar donde se construyó está mal elegido, ¿verdad?
Exacto, aparte le voy a decir que ese es el primer error, lo hicieron muy lejos de la ciudad y así usted pierde ventas, porque acá hay un montón de almaceneros, puesteros chicos que vienen (a Diego Lamas) a buscar dos o tres bultos, una bolsa de papas, una planchita de tomates, dos o tres ataditos de remolacha… Pero allá, donde hay que hacer como 20 kilómetros ida y vuelta, no pueden ir a buscar, les sale más caro de combustible que la mercadería, entonces esa gente no va a ir. Capaz que si nos quieren sacar a nosotros, alguno va a inventar de hacer un reparto acá en el centro, no sé. Si eso pasara, yo, a mi edad, dejaré de trabajar o mandaré de mi chacra directamente a Montevideo y listo. Pero ir a un lugar a perder plata, a fundirse ahí después de trabajar tantos años no, de ninguna manera.
-Además del lugar, ¿qué otras sugerencias hubiera dado usted de haber sido consultado? En primer lugar lo de la distancia, y en segundo lugar en no hacer eso que hicieron. Yo no soy arquitecto ni nada por el estilo pero con hacer dos galpones, o tres, además les salía mucho más barato y ya estaba. Pero no sé por qué se les ocurrió hacer eso, donde yo no sé cómo van a hacer para aguantar los fríos, los calores… Yo paso y desde la ruta lo veo a eso todo abierto, no sé si se cierra eso algún día
o no, pero la verdad es que ese sistema no lo he visto.
-En su momento daba la impresión que sí o sí tenía que construirse esa Central, que sería algo bueno para Salto…
Eso es tristemente político, ¿no? Tristemente político… Le dan poca validez a la gente que trabaja y se tiende más a lo político. Lo político a mí no me sirve, nunca me sirvió y no soy de ninguna parte política. Al contrario, la ignoro a la política, porque lo que hice me lo hice yo, no precisé de ningún político. Siempre hice todo trabajando. Nosotros venimos a las 4 o 5 de la mañana, estamos hasta mediodía, después arrancamos a las 2 y media de la tarde hasta la tardecita. Y damos trabajo a mucha gente, todos están en caja, hay mucha gente que aporta mano de obra directamente de nosotros, y muchos indirectamente también.
-¿Desde la Gobernanza de la Central, se los presiona para que se trasladen allá?
Por lo menos hay un comunicado ahí que dice que no puede haber otros mercados. Yo no entiendo por qué, no sé si tienen miedo a la competencia, si tienen miedo al fracaso, no sé… Pero a mí me parece que eso tiene que ser libre; si usted quiere ir, vaya ,y si no, no vaya. Pero ya le digo que con esos números no van a ir ni productores ni nadie. El comunicado dice que no puede haber otro mercado, pero ¿y por qué no se puede? Yo no sé… Es como que usted tenga un almacén en una cuadra y no permita que haya otro almacén… No lo entiendo. Eso es simplemente competencia leal que ¿por qué no puede haber?
-Con lo que usted nos dice y mirando el poco interés de los productores, da la impresión que el tan ansiado proyecto fracasará…
Y… Pregúntele a mis compañeros, todos piensan lo mismo que yo, que es muy caro eso…y no entendemos por qué…
-Los 9 que sí aceptaron, ¿por qué lo hicieron?
No sé… Pero le digo que al aceptar había que pagar, ¿y esos 9 habrán pagado? (se ríe)…
-Ah, usted deja “la pelota picando”, es medio irónico…
Y no sé, yo le pregunto… Porque le repito, dicen que al aceptar se pagaba esos 15.000 dólares. Los que aceptaron, ¿pagaron?
-¿Pero qué piensa usted?
Que al momento de pagar, ¿no se abrirán?
-Vuelvo al tiempo en que no se había construido aún la Central, tenemos entendido que ustedes estaban de acuerdo con que se construyera…
Claro, y es una lástima, porque se precisaba un mercado así y estábamos todos de acuerdo en que había esa necesidad, pero nunca nos imaginamos que iba a salir esto. Ojo que mis palabras no son contra la Intendencia, ni contra el Ministerio, lo único que le digo es que es algo mal hecho. ¿Cómo se va a defender esta Central con estos costos? Fíjese que ahora que terminaron algunas cosechas acá en Salto y estamos trayendo algo de Montevideo, en algunos casos estamos empatando y en otros perdiendo, y eso que estamos pagando un alquiler barato, imagínese usted lo que sería si estuviéramos allá (en la Central).
-Cabe preguntarse también cómo se financiará la obra si no aparecen quienes inviertan…
Eso no sé explicarle, más bien es una cuestión política. Pero ellos (los políticos) después lo arreglan, saben de dónde recaudar… (risas), la plata de algún lado la recaudan, es distinto que uno, que la tiene que buscar y buscar todos los días. Pero ellos de algún lado recaudan, como ahora nomás sin ir más lejos y no queriendo cambiar de tema, lo que han subido las contribuciones es un disparate y hay que aguantar nomás… Permítame decirle que ojalá todo se solucione, pero ya le digo, el lugar tan lejos pierde ventas y además es carísimo.