Poco tiempo atrás sosteníamos en estas columnas que el país necesita un cambio cultural y lo seguimos sosteniendo. Quien haya visto el domingo a la mañana el escenario donde se cumplió el primer desfile del carnaval 2024, entenderá fácilmente por qué lo decimos.
Las miles de toneladas de basura de todo tipo que ha quedado depositada allí, en calle Uruguay, nos daría vergüenza si se encontrara en nuestro domicilio. Es que todos los salteños (por no decir los uruguayos), nos hemos acostumbrados a tomar los espacios públicos como tierra de nadie.
Existe el concepto que es la intendencia o el Estado el que tiene que preocuparse de la limpieza de la ciudad o del estado de la misma, de sus calles de su iluminación. No compartimos esta opinión, porque entendemos que en nuestros días, el Estado debe ocuparse más de las fuentes laborales, de los recursos naturales y otros intereses mucho más importantes que de esto. Limitar la tarea municipal a los aspectos ABC (Alumbrado, Basura y Calles), es poco ambicioso. Es mirar la tarea municipal con poca dimensión.
Nos preguntamos si son las mismas personas que luego recurren a las tiendas políticas en busca de trabajo u otra oportunidad.
Creer que una botella de plástico más no afectará el ambiente, es ignorarla incidencia y sobre todo la responsabilidad que nos cabe. Cuando entendamos que las acciones individuales son las que cambian a pueden cambiar el planeta, podremos entender porqué el hombre es considerado el mayor depredador de todos.
Hemos llegado a un punto donde los recursos naturales dependen de lo que hagamos, porque todo lo que hemos podido afectar, destruir o arruinar ya lo hemos hecho. Es tiempo de cuidar de valorar lo que se nos ha dado gratuitamente y sobre todo de cuidar,
Nunca podremos olvidar aquella frase que escuchamos por primera vez de labios de alguien que no hacía precisamente los que pregonaba y decía así “No destruya el hombre lo que Dios le ha dado o vivirá en la miseria”.
Lamentablemente quien lo expresó, por aquellos tiempos residente de la CTM de Salto Grande delegación argentina, representaba a un gobierno militar el que no se preocupaba precisamente por los recursos ambientales.
Por estos días nos enteramos del enorme problema existente en las especies de peces que existen en el río Uruguay, en su mayoría por no decir todos, afectados por los residuos químicos que van a parar al agua.
Así vamos. Ojalá cambiemos e rumbo mientras haya tiempo.
A.R.D.