Esta tarde asumirá sus funciones el nuevo Jefe de Policía de Salto, el inspector general retirado, Carlos Ayuto Cabrera de 54 años de edad. Ayuto es oriundo del departamento de Flores y antes de pasar a retiro cumplía funciones como sub jefe de Policía de la Jefatura de Montevideo.
El novel jerarca policial asumirá esta tarde en forma oficial, y será impuesto por el ministro del Interior Eduardo Bonomi, que viajará exclusivamente a Salto para este evento. Ayuto cumple servicios desde el pasado 1º de marzo, en una Jefatura con numerosas situaciones a resolver, entre las que se destacan las carencias en materia logística, la falta de funcionarios que le permitan lograr un mayor desenvolvimiento y atención eficaz en las distintas dependencias, y con un incremento de los índices de criminalidad en el departamento. Aunque las expectativas sobre su actuación, es de toda la población.
UN CENTENAR
Es que la Jefatura de Policía de Salto cuenta con una importante cantidad de funcionarios menos de los que realmente necesitaría para lograr un desempeño adecuado. Según la estimación que había realizado en su momento el anterior jefe de Policía, el inspector mayor retirado, Walder Ferreira, para que en Salto todas las dependencias funcionaran “más o menos acorde a lo que se necesita”, la cantidad de nuevos efectivos que haría falta rondaba el centenar de policías.
Empero, las cosas no son tan fáciles y los ingresos se ven menoscabados por las pruebas que cada aspirante debe rendir sin excepción para lograr su ingreso a la fuerza policial.
Es así que de cada 50 personas que se presentaban a realizar las pruebas de rendimiento físico y de conocimiento, solamente entre 10 y 15, lograban superar todos los requisitos. Es más, en una oportunidad, hasta el propio hijo del entonces director de la Escuela Departamental de Policía, no logró superar las exigencias requeridas y debió ser eliminado del listado de aspirantes a ingresar a la fuerza policial, se confió a este diario.
CRIMINALIDAD
Aunque las mediciones de hechos delictivos marcan que la cantidad de delitos contra la propiedad han ido en aumento en forma notoria, y que en ese sentido han disminuido, aunque en forma relativa, los delitos contra la personalidad física, Ayuto deberá enfrentar un estado de criminalidad ascendente, que en reiteradas ocasiones en los últimos tiempos ha puesto en aprietos a la eficacia policial y que ha dejado al descubierto una serie de hechos delictivos que tras el paso del tiempo no han podido aclararse.
Entre ellos, se encuentran la cantidad de denuncias por robos que se registran diariamente, la mayoría con invasión de propiedad por parte de los delincuentes y con daños a las viviendas atacadas.
Entre la escalada de robos de joyas y armas que se vivieron en los primeros días de este año, se suma ahora los robos de dinero, y algunos hechos importantes sin aclarar. Entre los que se destacan un asalto a mano armada en la avenida Manuel Oribe y Concordia, algunas rapiñas cometidas con armas, robos de importantes sumas de dinero, y otros hechos de notoriedad, como el copamiento registrado días pasados a una finca de la zona del Cerro, o el asalto fallido a una tienda de la zona este de la que se supo que su autor, fue un preso que estaba con salida transitoria y actualmente se encuentra fugado de la cárcel.
ROBOS DE MOTOS Y
VIOLENCIA DOMÉSTICA
Los robos de motos, enterraderos y desguazaderos de vehículos en la zona sur de la ciudad, y un aumento significativo de hechos de violencia doméstica y de denuncias de abusos sexuales contra infantes, fueron algunos de los casos que se vivieron en los últimos meses y que mantiene ocupada a una policía, cuyos integrantes no han sido ajenos a los hechos delictivos que se registran en la ciudad, y que varios jerarcas policiales han sido víctimas de robos en sus respectivos domicilios, faltándole a uno de ellos en una oportunidad su arma de reglamento.
El problema con los menores infractores merece un capítulo aparte de lo que tendrá que enfrentar el inspector general retirado, Carlos Ayuto. Ya que en un momento determinado la policía trabaja con especial cuidado los hechos perpetrados por estos. Debido a que las normas vigentes, determinaron muchas veces que los mismos fueran liberados y sus procedimientos quedaran en la nada. Además Salto es un departamento donde un porcentaje altísimo de los delitos, son perpetrados por menores.
Empero, el denodado esfuerzo y el trabajo mancomunado, serio y paciente de muchos efectivos de las distintas unidades han logrado asestar varios golpes importantes a la delincuencia. La policía trabaja como puede y no como quiere, es una realidad que rompe los ojos, pero el nuevo jerarca, será la persona por el tiempo que así lo entiendan los jerarcas, que tendrá que ponerle el pecho a las balas.