Hugo Lemos
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Es bueno recordar que nadie es más que nadie y gobernar es construir equipos…, dijo Mujica en su primer discurso como presidente de la República, tras investir a su gabinete en el acto de Plaza Independencia.
En su primer discurso de José Mujica como presidente de la República, recordó que “nadie es más que nadie y gobernar es construir equipos”. Agregó la responsabilidad que conlleva su cargo, “tengo que pelear por todos y con todos, ese va a ser nuestro tono”.
NADIE ES MÁS
QUE NADIE
«Es bueno recordar que nadie es más que nadie y gobernar es construir equipos.
No por estar arriba uno se tiene que olvidar de los de abajo.
Sé que tengo que pelear por la integración de este país, por todos y con todos, eso va a ser el tono de lo que intentaremos decir.
Este es un gobierno de equipo que no delega responsabilidad, pero que sabe que tiene que desconfiar de la biología, aparte de desconfiar de las limitaciones de la solemnidad de la cabeza.
¿Saben por qué esta transmisión de mando es ante la estatua de José Artigas? Porque no se puede vivir temblándole a todo. Mala suerte si llueve, tuvimos suerte (risas).
¿Qué simboliza el monumento? Es para los uruguayos dos cosas: unidad nacional y concepción latinoamericana. Abrazo de los pueblos de América Latina. Quisimos hacer el acto en la plaza pública para que la gente lo vea.
Hemos procedido correcto, no dirán que no soy una criatura domesticada (risas). Estas formalidades que dan garantías, son necesidades institucionales que hay que defender, ¡ay de nosotros cuando las hemos perdido! Solo le damos valor cuando nos damos cuenta del papel de representación que le cumple para una nación.
Agradecerles el calor al pueblo uruguayo que vimos en las calles. Hoy casi tocamos el cielo con las manos y mañana empezarán los días cansinos del trabajo, el purgatorio.
COMPROMETIDOS
CON UN PAÍS QUE
VAYA A MÁS
Estamos comprometidos con un país que vaya a más. Pertenecemos a una generación de la cual quedan algunas reliquias de los que quisimos tocar el cielo con la mano, desesperados de amor por la tragedia de nuestro pueblo. Soñábamos construir sociedades mejores, poder progresar. No hay progreso que no sea acumulativo y que no sea hijo del trabajo de los hombres y la sociedad.
Hoy nos damos cuenta que no podemos jamás abdicar de soñar que algún día podrá haber arriba del planeta una sociedad donde lo mío y lo tuyo no se separen, con menos egoísmo y más solidaridades.
No es poca cosa tener libertad, disentir, respetarnos, multiplicar conocimiento y conciencia, así como ensayar todos los caminos posibles que sirvan para enriquecer la sociedad y nosotros mismos. Soy de los que piensan que un día la humanidad construirá las sociedades, pero antes tendrá que multiplicar mucha riqueza, conocimiento y cultura. Es inútil igualar de arriba hacia abajo, la gente clama por lo inverso.
Todo es opinable, pero tenemos que cumplir nuestros escalones y tratar de dejar algo que van a continuar otros, la historia ni empieza ni termina con nosotros.
DAR GARANTÍAS
A LOS INVERSORES
Necesitamos de todos los sectores que componen la sociedad, gente que invierta, les tenemos que dar garantía, porque va a invertir si tienen seguridad y tranquilidad. Si no invierte no le damos respuesta para los que estamos preocupados.
Tiene que andar la economía, pero tienen que andar todas las iniciativas posibles, la de empresarios nacionales. Necesitamos todas las iniciativas. Un Estado que tenga capacidad de asociarse para darle garantía a la gente, a la clase media, que es lo que tenemos. Hay que ayudarla. Aquellos más corajudos, que apronten el coraje para fundar empresas autogestionadas, para demostrar que los trabajadores son capaces de gobernarse a sí mismos. Si no multiplicamos riqueza, todo lo demás es bla bla bla.
La gente demanda los bienes materiales, las demandas son infinitas si fracasamos. Talándolas, multiplicamos el costo de las penurias que tenemos por delante. Nuestras sociedades son de dos velocidades. Hay un mundo con atraso cultural. Tenemos posibilidades, el Uruguay es una aldea grande, dotada de recursos naturales, al punto que uno tendría que decir que esto es un pan dulce.
La naturaleza nos dio demasiado, podemos y debemos seguir construyendo una tierra acogedora, que abra los brazos a toda América Latina. Acá no existe la discriminación ni hacia los negros, ni hacia los pobres, ni hay discriminación sexual.
Si un defecto tenemos, es casi somáticamente igualitario. Por eso, nada más importante que la integración, que el funcionamiento político, que cuidar la economía, pero nada más importante: nos tenemos que acordar de los que quedaron al costado del camino, por conveniencia de solidaridad.
Uruguay es el país de América Latina más igualitario, la debe continuar y acentuar, llevando oportunidades a aquellos que el mercado tiende a segregar.
El gran compromiso que nace hoy no es tocar el cielo con la mano, el compromiso es barrer la indigencia y disminuir la pobreza en un 50%. Masificar el conocimiento y la cultura, llevando el conocimiento al interior lejano y olvidado, la forma en que lo hagamos es negociable, no es negociable el rumbo.
LA MAYOR
HERENCIA
Estamos convencidos que la mayor herencia que podemos dejar es que las nuevas generaciones sean más capaces que nosotros, más formados que nosotros. Nadie nos va a regalar la prosperidad, nuestro grito es latinoamericano, hermano de nuestros hermanos. Chile hoy está roto, con una especie de azote hacia la naturaleza. Ayer fue Haití, mañana no sabemos qué nos depara el cambio climático, por eso, por encima de las diferencias de clase, debemos estar unidos para ser solidarios con nuestros compatriotas.
¿Cómo puede haber algo importante sin canciones? Mañana tendremos alguna lágrima y después tendremos algún contratiempo. Pero hoy comprometámonos, escuchemos la cultura de nuestro canto, acompañémoslo. No al odio, no a la bronca, no al escepticismo, no al no se puede, no al crónico criticismo que le encuentra el pelo al huevo.
Por encima de todas las cosas, pueblo, a comprometernos con la realidad, nada cambia si no cambias vos, el sujeto de cambio sos vos, pueblo, contigo cambiamos o contigo sucumbimos y estamos abrazados.
EL PROGRESO SALE
DEL TRABAJO
Estos años sirven para colmar la alegría, pero no hay milagro, eso es poseía y fantasía. El progreso sale del trabajo, del compromiso, de la seriedad, de levantarse todos los días y volver a empezar. Tengo el derecho para gritar que los derrotados son los que dejan de luchar.
¡Viva la patria, viva Uruguay, viva América Latina!».