Nunca pudimos comprender ¿por qué se habilitó la posibilidad de viajar a los Estados Unidos y otros países donde existe la temible Cepa Delta?
Se nos dice que existe un protocolo muy estricto para estos casos, pero tenemos nuestras dudas en cuanto a la fiscalización de los mismos.
Al recapacitar y analizar la situación nos preguntamos si realmente se ha valorado como corresponde la importancia de lo que está en juego. La variante Delta es una de las más contagiosas de las que se conocen. Tanto es así que se considera que es cuatro veces más contagiosa que las restantes cepas conocidas hasta ahora.
No desconocemos el derecho de las generaciones más jóvenes de viajar, conocer y trasladarse a otros lugares, lo que más nos preocupa es si se respetan los derechos de otras generaciones a cuidarse no arriesgar innecesariamente.
El descubrimiento de varios (hasta el momento de escribir estas líneas iban 11) de los jóvenes que integraron un grupo de 47, que presentaron el virus cuando regresaron al país, nos replantea la pregunta si era necesario autorizar ahora dicho viaje.
Supone esto que haya personas pensando más en su propia diversión, que en la salud y la vida misma de muchos coterráneos.
Cuando el país se halla cursando una de las etapas más esperanzadoras, dado que las cifras de las pandemias bajan notoriamente, autorizar estos viajes es por lo menos altamente polémico. En el fondo nos replantea la visión sobre la pandemia que tienen las diferentes generaciones. Sin duda que los jóvenes que viajaron nunca buscaron contagiarse y contagiar a su país, pero la convicción no es fácil.
La evaluación de la situación es fácil, con el diario del lunes, pero tiene que ver con la situación de fondo. ¿ha sido un acierto la autorización de viaje?. Es una interrogante que por el momento admite varias respuestas y nunca una sola y acertada.
Mientras todo quede en presunciones y no signifique la llegada de la peligrosa cepa al país, seguramente quedará sólo en la posibilidad de un error. Otra cosa será si las consecuencias son más graves. Seguramente también los reproches. Independientemente de esto, consideramos que el camino para enfrentar esta pandemia no es fácil y nadie que sepamos ha acertado siempre.
Es lo que pensamos y más allá de aciertos y errores, consideramos que no es el momento de reproches y pasaje de facturas.
A.R.D
