No solo pasa en Salto.
No es un tema exclusivo de este medio.
También ha sucedido en otros ámbitos del Interior, cuando un equipo se propone sumarse al esquema profesional del fútbol uruguayo.
A veces se interpreta que la aparición de un equipo sobre la base de esa búsqueda, termina siendo una competencia para los clubes que se alistan en los torneos locales.
Quienes piensan así, TIENEN SU DERECHO. Y quienes alientan la chance de profesionalizar un equipo y no recalan en la cuestión local, TAMBIÉN TIENEN SU DERECHO.

Frente a situaciones como estas, nadie es víctima ni verdugo. Cuestión de enfoque.
El hecho es que el posible y casi inminente retorno de Salto Fútbol Club, en este caso a la Primera División Amateur, va generando más de una polémica, pero sobre todo ENCENDIENDO DIVISIONES que por sobre todo, ORILLAN EL ABSURDO MISMO.
Ello se planteó casi 20 años atrás, cuando aquel Salto Fútbol Club nació….¡se supone que alguna lección tiene que haberse aprendido, para no caer en la misma e impresentable chatura de conceptos!.
Bien claros: hay representantes de clubes en la Liga Salteña de Fútbol que simpatizan con Salto Fútbol Club y otros que no.
Clubes socios del proyecto y quienes no lo son.
Pero una interrogante es la que eriza la piel. ¿No adherirse a Salto Fútbol es estar contra Salto Fútbol Club?
Veamos: se puede NO compartir un objetivo, ni estar asociado a él, sin que ello signifique ESTAR EN CONTRA DEL MISMO. Eso habría que entenderlo de una vez por todas, porque caso contrario, el fútbol salteño es capaz de caer en una guerra de guerrillas de dudosa finalidad.
¿O a Salto Fútbol Club y la Liga Salteña de Fútbol, se lo pretende transformar en una pulseada?
QUE CADA CUAL
ATIENDA SU JUEGO
Existen clubes en la Liga que están dispuesto «a sentarse y hablar» con directivos de Salto Fútbol Club. Otros que no. Y ambas posturas son legítimas.
Porque si no fuese así, habría que entrar a determinar «quién es el malo de la película». Si es que lo hay.
La cuestión es una: Salto Fútbol Club a determinado nivel puede significar una competencia a la Liga Salteña de Fútbol.
¿Cuál debiese ser la réplica de la Liga?: SER MEJOR DE LO QUE ES Y QUE SUS DIRECTIVOS DETERMINEN PORQUE EN LOS ÚLTIMOS 15 AÑOS SE HA PERDIDO EL 50% DE LA CLIENTELA. Esa es la cuestión.
¿Importa lo que haga el otro, o importa lo que haga uno?
¿Desde cuando la dignidad de uno, es la desgracia del otro?
Por lo tanto, habría que plantarse frente a la estupidez del divisionismo.
Que cada cual atienda su juego y que los derechos pueden existir para todos, sin recortes ni posturas miserables.
Caso contrario habría que admitir que en fútbol también, hay quienes envejecen pero no maduran.