Foto: Grupo de participantes en el Taller Horacio Quiroga.
Como diéramos cuenta en su momento, los integrantes de Taller Literario Horacio Quiroga, dependiente de la Intendencia de Salto y orientado por Leonardo Garet, trabajaron intensamente durante este 2010 en la construcción de un tipo de texto muy difícil de lograr, pese a su brevedad: los microcuentos. El viernes 17 de diciembre, en Biblioeca Municipal, los autores realizaron una lectura abierta de algunos de los más de cien que lograron. Y esperan ansiosos poder publicarlos el próximo año, reunidos en un libro colectivo al que han titulado “Menos es más”.
Creemos firmemente que por la seriedad con que ha sido encarado el trabajo, por la originalidad de estos textos, por la falta de antecedentes cercanos y, sobre todo por el muy buen nivel alcanzado, este grupo de salteños de variada edad, formación y ocupación, está marcando desde ya un hito trascendente en las letras uruguayas.
Al respecto, en palabras que compartimos plenamente, ha dicho el profesor José Luis Guarino: “No es común, y menos en la literatura salteña, esta clase de publicaciones dedicadas a los cuentos cortos, que a veces no superan una línea. “Menos es más” marca otro hito en el ámbito tallerista y creativo, y seguramente, así lo deseamos, abre caminos a nuevas experiencias, a futuras realizaciones”.
A continuación compartimos con los lectores de EL PUEBLO, una pequeña selección de microcuentos:
* Lastimado. Ay, ay… El niño gritaba mientras el enfermero le curaba sus manos y rodillas sangrantes. –La próxima vez jugá con rodilleras, muchachito. –No, la próxima vez yo espero afuera con el bolso y el que salte por la ventana será el Rodrigo.
Lilí Rivero
Microcuentos escritos por salteños
* El buscador de sueños. Acariciaba las hojas y generaba en su mente los bocetos de barcos transparentes, el agua sin luz y las formas sin forma. Cerró su libro escrito en Braille y se fue a dormir.
Juan Pablo Nickleson
* Máscara de palta. Nunca pensó que la coquetería salvaría su vida. El asesino huyó despavorido cuando abrió la puerta y se encontró con una mujer de turbante y cara verde.
Silvana Montenegro
* Desde su cama, envuelto en yeso, vio dos gatos caminando sobre el pretil. Ellos sí saben hacerlo – pensó – y además, no toman alcohol.
Juan Carlos Ferreira
* El único dato de su marido que Griselda le dio a la policía el día que él desapareció fue que era adicto a los espectáculos de prestidigitación, magia e hipnosis. Ahora ella mira con cariño al perro callejero que desde hace un tiempo se echa a dormir en la puerta de su casa. Le encuentra cara conocida.
Rocío Menoni
* Sigue ahí. Las cartas, las fotos, la ropa, se consumieron rápido en el fuego. Pensó que allí todo había acabado, hasta que a la noche sintió el olor a humo en su memoria.
Roberto Machado