Tanto a nivel de la Oficina especialmente habilitada en Jefatura de Policía para presentar casos de violencia doméstica como del propio Juzgado competente en el tema, se suman las denuncias, tema al que si bien oficialmente se le resta trascendencia, íntimamente preocupa a quienes trabajan sobre el tema.
Día tras días en nuestra ciudad se contabiliza por lo menos una decena de ellas y la mayoría de los casos las víctimas principales de este delito son los niños y las mujeres.
Así surge de las estadísticas que se llevan a cabo y no siempre se trata de agresiones físicas, sino que se ejerce otros tipos de violencia que pasan por presiones psicológicas y de otra índole, las que a veces resultan tan o más graves que las otras.
En lo que tiene que ver con las decisiones judiciales sobre el particular, hay que considerar numerosas prohibiciones que se hace a quienes han sido denunciados por violencia doméstica a que se acerquen a su pareja, lo que ocurre tanto a nivel de matrimonios o parejas que viven en concubinato.
La tenencia de los hijos en caso de parejas determina que se generen situaciones extremas que terminan precisamente en actos de violencia, así como también se suman casos en los que una de las partes de una pareja separada quiere retomar la relación, presionando a la otra parte.