Una niña de 13 años sufrió una insólita agresión el lunes pasado a las 22.30, mientras jugaba en la vereda frente a una dependencia del INAU (Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay) cita en el barrio Don Atilio.
Según consta en la denuncia que la madre de la víctima formuló en la seccional de la zona, una vecina suya, con quien ha tenido innumerables altercados, amenazó con golpear a su hija y el día en cuestión salió despedida de su casa con intenciones de cumplir con lo prometido. Pero varios vecinos, alertados del tema, intercedieron y convencieron a la mujer de que estaba a punto de consumar una acto irracional.
La señora de 45 años dio media vuelta y retornó a su casa, para arengar a sus dos pequeñas hijas -de entre 9 y 11 años, según consta en la denuncia policial-, a terminar lo que ella había empezado. Las niñas fueron en búsqueda de la víctima y le partieron una piedra en el rostro, ocasionándole una herida cortante en el maxilar inferior izquierdo, según se expresa en el certificado médico expedido por el profesional que atendió a la damnificada en el hospital de la ciudad.
TÍO NO QUISO ALBERGAR A MENOR FUGADA
Una menor de 15 años se escapó de su casa en la zona del Parque Solari a causa de las “constantes agresiones físicas y verbales” a la que era sometida por su madre, según consta en la declaración que presentó en la seccional 2a.
La denuncia de la desaparición la realizó su padre, quien tras la fuga se enteró de que su hija tenía un novio de 26 años y que se encontraba en el domicilio de éste.
Como la abuela de la menor conocía la dirección de la finca, el padre fue con ella a buscar a la adolescente. Una vez que dieron con la casa, la septuagenaria se desacató y le arrojó el casco de la moto por la cabeza al novio, y éste respondió empujándola, cayéndose ésta al suelo y provocándose un hematoma en la cabeza.
Al llegar los efectivos policiales, la menor insistió en su intención de no volver a la casa de sus padres, porque “sabe” que allí volverá a ser agredida. Si la obligan, agrega, se quitará la vida.
Luego de que fuera descartada la alternativa planteada por el novio de hacerse cargo él mismo de la menor, ésta expresó su deseo de vivir con su tío, por lo que se contactaron telefónicamente con éste, quien se rehusó a albergar a la sobrina en su casa ya que “es muy rebelde”.
Finalmente, el Juez de Familia actuante dispuso el reintegro de la menor al hogar paterno, intimando a ambos padres a la prohibición de ejercer cualquier tipo de agresión contra su hija bajo apercibimiento de incurrir en delito de desacato.
AGREDIERON A INSPECTOR DE TRÁNSITO
Un inspector de tránsito de 42 años fue agredido en el barrio Villa España, mientras inspeccionaba visualmente una vivienda. Allí se encontraba el bi rodado con el que había sido atropellado otro inspector días antes, en la avenida Barbieri entre las calles Errandonea y Bilbao.
Por dicho motivo, el inspector citado al comienzo se dirigió a la casa en cuestión para observar si la moto estacionada era efectivamente la moto azul que había embestido a su compañero, cosa que finalmente pudo comprobarse.
Para su sorpresa, cuando pasaba enfrente de la vivienda fue agredido por un joven de 17 años, quien le lanzó una piedra que le pegó en el brazo izquierdo, mientras gritaba: “arrancá de acá”.
El menor, que se presentó a declarar junto a su madre, admitió haber agredido al inspector, argumentando que su reacción se debió a que éste “le quemó la cabeza” porque pasó varias veces cerca de su casa.
La madre del joven confesó que el vehículo pertenece a su otro hijo, de 21 años, quien le había comentado a la familia que había sufrido un altercado con los inspectores de tránsito, porque éstos “le tocaron pito” y él siguió de largo.