Si bien hace ya un buen tiempo que los sábados funciona una feria sobre la Avenida Rodó, del Obelisco hacia el norte, fue este pasado sábado que se inauguró el nuevo sistema de gazebos, con ordenamiento de puestos y demás, con una clara participación de la Intendencia en esta reorganización.

Sin embargo, para Isaac Araújo (que tiene un puesto, al igual que su señora), actual Presidente de la Comisión de la Feria, no todo fue bueno: «fue una inauguración muy linda, la feria estaba muy linda, pero para mí, en lo personal hubo muchos inconvenientes», sostuvo. El problema principal radica en que según él, la Intendencia ya no reconoce el vínculo de la comisión con la feria, de la que «se ha apropiado», y además, ha dejado sin lugar a feriantes que venían luchando desde hace tiempo, y sin embargo ha dado espacio a gente «que nunca fue ni a una sola reunión».
Consultado sobre cuáles habían sido específicamente esos inconvenientes, Araújo primero se retrotrajo en el tiempo para narrar que: «la feria funciona hace años; pero hace aproximadamente ocho meses vinieron feriantes a hablar conmigo a ver si yo podía asumir el papel de Presidente, para presentar ideas y demás. Lo asumí, hicimos una reunión en el club La Blanqueada, se eligió presidente, se eligió secretaria (Graciela Rundie), vocales… Hicimos este grupo y ahora la Intendencia no nos reconoce como tal. Después que pedimos baños, volquetas para los residuos, etc., no nos reconocen. Yo limpiaba los viernes y los sábados antes que llegaran los feriantes; no cobraba, le pedía sí a la gente que diera a voluntad, porque a la basura no la podía tirar en el contenedor del supermercado por ejemplo, la tenía que llevar en mi vehículo hasta el basurero municipal y a veces no tenía para la nafta, esa es la verdad, vivimos el día a día y a veces no tenía para el combustible, voy a ser sincero».
-¿Y qué pasó el sábado?
Ver mi feria de la manera que la vi me dejó muy contento. No es la molestia de los feriantes lo que estoy planteando, es mi molestia, hablo a título personal. Se dieron 80 puestos formales, 80 gazebos, y son más feriantes, son más de 90. Entonces, todo muy lindo y estoy agradecido también con la Intendencia, no soy un malagradecido. Pero yo llegué con tanta alegría de ver la feria y me encuentro de pronto con muchas personas que me empezaron a atacar, me decían: nos tomaste los datos y nos mentiste, vino Juan Pablo Cesio y nos dijo que vos no tenías nada que ver en esto… Incluso me dijeron que iban a presentar una denuncia contra mí…Justamente cuando estábamos en esa discusión, y una señora me estaba agrediendo verbalmente, miro hacia el costado y lo veo a Juan Pablo Cesio. Le pedí por favor si podía acercarse, vino y me dijo que yo era presidente de una comisión y que yo no tenía nada que ver con la feria. Eso es lo que me duele, pero más me duele que Juan Pablo Cesio, en esa inauguración, fue la segunda vez que pisó la feria. Nosotros siempre anduvimos, anduvimos todos, porque esto es grupal, y así obtuvimos lo que tenemos. El tema es que la gente el sábado estaba incómoda, no lo decía por miedo a alguna represalia, por eso a esto lo digo en mi nombre. Yo tengo que hablar porque la gente me atacó a mí. La verdad que me sentí avergonzado.
-¿Qué le reclamaban?
La gente me reclamaba un lugar, un puesto, un gazebo, me reclamaban su lugarcito. Pero como lo dice Cesio, son ellos (Intendencia) los que asumieron la feria y nosotros no podemos opinar, no podemos participar, nos dejan a un lado a la comisión. Incluso en un programa de televisión hubo gente que dijo que el problema es que yo cobraba puesto por puesto, cosa que es mentira, nunca cobré, pedía a voluntad para la limpieza por lo que ya expliqué del sistema de limpieza.
-¿Qué es lo que más le dolió, que haya gente sin puesto?
Cosa que me dolió es que hay feriantes que ahora tienen puestos y no los conocemos, entonces, ¿qué pasó ahí? No sé…Yo luché por los feriantes para que tengan su puestito, y sin embargo ahora hay gente que nunca estuvo en esa lucha, hay gente que no fue a una sola reunión y ahora tiene puesto. Vuelvo a repetir que no hablo por los feriantes ni por la comisión, hablo por mí, por mi imagen.