Todavía no hay detenidos
El robo sufrido en la madrugada del lunes por el supermercado El Trébol no ocurrió de la forma que trascendió en primera instancia. Los ladrones no se llevaron todos los cofres de seguridad del establecimiento: lograron abrir a martillazos tres de ellos para acceder al dinero que había en el interior de los mismos y tuvieron que cargar con una cuarta caja de seguridad, mucho más pesada que las anteriores, la que no pudieron abrir.
Los maleantes dejaron una prenda de vestir abandonada en el supermercado ubicado en la intersección de las avenidas Viera y Paraguay, y también olvidaron una polera en un techo de una casa lindera al establecimiento. Estas pistas están siendo analizadas por la policía, para dar con el paradero de los autores del hecho.
Como informó oportunamente EL PUEBLO, en la madrugada del lunes un grupo de delincuentes (dos como mínimo, aunque no hay una certeza del número exacto), ingresaron al segundo nivel del supermercado y, tras abrir tres cofres de seguridad, se llevaron un millón de pesos y varios cheques que fueron denunciados como robados, por lo que no podrán ser cobrados por los delincuentes.
Los maleantes intentaron robar un cuarto cofre, pero el mismo fue abandonado finalmente en el techo de una vivienda. Los ladrones se desprendieron de él tras ser espantados por un vecino que advirtió su presencia en el techo de su casa y salió al exterior para ahuyentarlos. Ese cofre que no pudieron llevarse era el que contenía más dinero de los cuatro. Por ser una caja fuerte de gran peso era difícil de trasladar, lo que llevó a que ante el menor inconveniente, los delincuentes optaran por dejarla abandonada.
NO TENÍAN SEGURO
Según pudo saber EL PUEBLO, el supermercado no estaba asegurado contra robo de dinero, dado que para hacerlo debía instalar otro tipo de cofre de seguridad, de acuerdo a la exigencia de la empresa aseguradora. Sí existe seguro contra daños a la propiedad y hurto de mercadería.
Un retirado militar que trabaja como sereno en la cuadra del supermercado no escuchó ni vio nada extraño, como tampoco el sereno contratado por el propio supermercado, quien recién se enteró del tema cuando los dueños se hicieron presentes en el lugar.
También es extraño que los ladrones no hayan revuelto nada, dando con el lugar exacto de los cuatro cofres, lo que lleva a pensar que alguien los informó de la ubicación de los mismos, algo a lo que no tienen acceso ni siquiera la mayoría de los empleados de la empresa.
Los delincuentes también sabían que los domingos eran los días donde se guardaba más dinero en los cofres, dado que por estar cerrados los bancos, recién el lunes se hacía el depósito respectivo en las cuentas de la firma. Por dicho motivo, toda la recaudación del fin de semana se encontraba en las cuatro cajas de seguridad.
HICIERON UN BOQUETE
Para acceder al interior del supermercado, los delincuentes hicieron un boquete en el techo del local. Se presume que no estuvieron mucho tiempo en el interior del establecimiento, dado que fueron directamente al segundo nivel del comercio, donde estaban ubicados los cofres. Cerca de las tres y media de la madrugada, fueron divisados por el vecino antes comentado, quien salió a ver qué pasaba luego de que su perro ladrara sin parar. Se encontró con la presencia de los ladrones, quienes pese a ser vistos, lograron fugarse del lugar con el dinero, pero sin el cofre que habían sacado de El Trébol.