Los que no aparecen, pero existen. Uno de los principales escollos para hallar una salida a la difícil situación por la que atraviesa EL PUEBLO, son los competidores. Los que no se ven, pero existen y están a la expectativa.
Nos explicamos. Toda situación de crisis ofrece un mal para muchos, incluso familias enteras, y a la vez oportunidades invaluables para otros, que se refriegan las manos. Siempre ha sido así y no lo juzgamos, porque pensamos que haríamos nosotros en una situación similar.
Es que las leyes del mercado así lo establecen y cuando se ponen todos los tantos apostando al mercado, es decir cuando no hay plan “b”, es difícil, muy difícil hallar una salida.
Cuando pensamos en la situación de EL PUEBLO, pensamos también en los restantes medios escritos del interior del país. Siempre hemos sostenido que el país es uno solo y por lo tanto las soluciones y las salidas deben ser tomadas para todos, para los que luchan y para los que no aparecen, pero también enfrentan los mismos dilemas. Cuando pensamos en una salida que se gestiona a través del Estado, en este caso concreto ante el Banco de la República, pensamos que la misma tiene que ser para todos por igual, debido a que la causa que originó esta situación no distinguió nada, ni a nadie.
La misma situación viven las empresas chicas que las grandes. Las independientes y las otras. Que cada situación es diferente, lo sabemos. Que en gran parte se observan los números anteriores a la pandemia, para saber si se trata de empresas rentables o nó. Si han sido gestionadas correctamente o nó, también es cierto.
Resulta muy difícil pensar en un salvataje estatal a una empresa privada, porque políticamente habría que saber cuál es el rédito y cual el precio a pagar. Quienes tenemos algunos años recordamos con nostalgia como han caído grandes empresas emblemáticas de Salto, que en el mejor de los casos han pasado a otras manos y siguen con el mismo nombre u otro. Recordamos así a El Espinillar, Urreta S.A., Barbieri & Leggire, Manzanares y podríamos seguir, porque nada es para siempre. Cada caso es particular y seguramente nos quedamos cortos en la nómina. Lo que nos reconforta y nos llena de satisfacción, es que las empresas que ha subsistido son las que han sabido adaptarse a los tiempos y las que siempre contaron con el respaldo popular y de estas también podríamos mencionar algunas, lamentablemente no muchas. Esperemos saber qué sucede en el caso que nos ocupa y que grandeza se puede esperar de nuestras autoridades.
A.R.D.