Son toneladas las heces de animales que diariamente se «vierten» a las vías y paseos públicos de nuestra ciudad, nos dice un profesional veterinario que desde hace tiempo viene observando esta situación.
Es un clásico ver en las tardecitas de cada día, como algunos habitantes de casas y edificios cercanos a la Plaza Artigas, pasean sus canes en los jardines de dicho espacio público. Y hemos visto de aquellos que recogen las heces y también de los que no lo hacen. Llama la atención que algunos de ellos son funcionarios públicos con jerarquía.
Es impresionante ver la alta velocidad con la que se desplazan grupos de motonetistas en algunos puntos de la ciudad. Especialmente en la calle Uruguay desde Zorrilla hasta Chiazzaro, en plena zona céntrica y encima cruzan frente a la Casa de Gobierno, tomando como pista de carreras a esa zona de la ciudad.
Es que si no se ajustan los controles con mayor rigor para este tipo de personas, que muchos de ellos ya son conocidos por los inspectores de tránsito, pronto lamentaremos un drama mayor que el de la muerte de un motonetista, sino que podría haber otras personas que involuntariamente se vean perjudicadas por este caso.