El F.A. registra aumento sostenido de su caudal electoral en Salto desde 1994
A un mes de la celebración de la segunda vuelta electoral y al mismo tiempo que la Junta Electoral Departamental viene trabajando desde el pasado martes a dos manos, junto a los delegados de las diferentes listas de los partidos políticos, para poder terminar con el escrutinio definitivo, el que debe cerrarse este sábado por directivas de la Corte Electoral, por el momento no hay datos que permitan afirmar que la cuarta banca de diputados será para Salto, ya que para esto debe esperarse el cierre de la actual instancia de escrutinio, pero de todo el país.
En caso de que nuestro departamento consiga por primera vez un cuarto escaño en la Cámara de Diputados, este será para el Frente Amplio, partido que en Salto, ha evolucionado en forma constante en la adhesión de votantes, desde el año 1994 hasta la fecha.
Según información recabada por EL PUEBLO, la coalición de izquierdas ha crecido en forma sostenida en los últimos tres períodos electorales. Si bien hubo puntos comparativos que numéricamente son muy similares, entre las primeras elecciones en las que participó esta fuerza política en el año 1971 y las realizadas posteriormente recién en el año 1984, tras la dictadura militar, el Frente Amplio solamente registró una caída en Salto en la votación del año 1989, pero se recuperó notablemente en las elecciones de 1994 y hasta el momento mantiene el nivel de incremento que lo lleva a ser por segunda vez consecutiva la colectividad política más votada del departamento.
DATOS
Los datos que obran en poder de EL PUEBLO esgrimidos por cada año electoral desde su existencia como partido político. Es así que en el año 1971, el Frente Amplio obtuvo en Salto el 10,7 por ciento de los votos emitidos, en Salto que en aquel momento estaba compuesto por 6635 votantes.
Sin embargo, en 1984, tras casi trece años de dictadura militar que intentó desmantelar al Frente Amplio como partido encarcelando a sus principales dirigentes, esta fuerza política igualmente se organizó y tras presentarse en las elecciones de noviembre de ese año, en Salto obtuvo un leve descenso de su votación.
Ya que si bien en números la cantidad de votos fue creciente en relación a la del año 1971, con 6725 votos, esta cantidad de votantes significó un porcentaje menor de adherentes ya que involucró al 10,2 por ciento de los habilitados en Salto en ese momento.
Pero las elecciones de 1989 implicaron una caída considerable para la fuerza política de izquierda, la que en nuestro departamento obtuvo apenas el 8,5 de los votos emitidos, unos 5771 sufragios. Sin dudas muchos menos que cinco años antes y un resultado considerado desastroso en la interna frenteamplista.
Aunque las estrategias cambiaron en ese sentido y ya en las elecciones nacionales del año 1994, con una izquierda ampliada hacia un espectro más hacia el centro, con la inclusión de otras fuerzas que importaron la conformación del Encuentro Progresista, el Frente Amplio en Salto dejó atrás aquella magra votación y logró el 20,9 por ciento de los votos emitidos en Salto, unos 14.637.
Mientras que cinco años más tarde y con un partido ya consolidado que logró un triunfo a nivel nacional en primera vuelta, pero que cayó en el balotaje, el Frente Amplio obtuvo en Salto esa vez el 31,6 por ciento, con 24.029 votos.
Cinco años después, el aluvión de la izquierda hizo que esa colectividad se consolidara como la primera fuerza política del departamento donde obtuvo el 44,5 por ciento de los votos, con 35.359 adhesiones.
El pasado domingo y ya con un gobierno departamental y nacional a cuestas, el Frente Amplio lejos de sufrir un desgaste confirmó su primacía en nuestro departamento, donde obtuvo el 45,55 por ciento de los votos, registrando un aumento del 1,1 por ciento respecto a las elecciones anteriores, con 39.352 votos.
Pero este proceso eleccionario aún no termina y la historia sigue, por lo que habrá que ver y comparar después del 29 de noviembre. No obstante, la cuarta banca aún está latente y la izquierda la sigue esperando.