Un mes y 619 minutos después, el Getafe puso fin a su sequía anotadora en LaLiga con un golazo de bandera de Mauro Arambarri que adelanta a los azulones ante el Valencia en el Coliseum Alfonso Pérez. El centrocampista uruguayo abrió el marcador con un tanto que salta directamente a la lista de los mejores goles en lo que va de campeonato doméstico. El balón le quedó botando tras un rechace y, sin pensárselo dos veces, se sacó un derechazo desde 30 metros que se coló por la escuadra de la portería de Cillessen. El portero neerlandés llegó a rozar el balón pero no pudo cambiar la trayectoria para impedir el gol del Getafe (39″)
Hay goles comunes.
Y hay goles-golazos.
Cuando un gol no es común, se encuadra en la galería de los golazos. Cuando son golazos, se viralizan. Recorren el mundo. Es cuando se comprueba la globalización. Un grito de 31 metros, para volverse estallido mundial.
En casos como este último, UN SALTEÑO otra vez. El turno para MAURO ARAMBARRI. El mismo de cuna en la Colonia 18 de Julio y el que ahora es parte del Getafe de España.
Para Getafe, la mano viene compleja, pesada, porque los puntos escasean en la zona del descenso. Por eso el 3 a 0 del pasado sábado ante Valencia por el torneo de Liga, no fue un resultado más. Fue una victoria resonante y »el hijo de Wilney Arambarri» seguramente vivió una tarde especial. Que un hijo se mande ese golazo tan lejos de casa, es seguro que hace al orgullo y a la más encendida emoción.
EL ARTE DE QUERER
Se podría convenir que el golazo de Mauro, es una lección para todos los que andan en la vuelta y están asociados a una pasión llamada fútbol. Sobre todo, para los colegas de Arambarri: los jugadores de fútbol como él. Los que tantas veces se escudan en la duda, o en la desolación del miedo. Pasa en los confines del mundo y pasa en Salto también.
¿Por qué el volante salteño concluye en ese taponazo maestro que encandiló a tantos, para que el elogio se potenciara?
Porque se atrevió.
Porque buscó.
Porque quiso.
No hay caso: hay que patear. Hay que persistir.
Frente a tanta asamblea de hombres en el área, como consecuencia de los nuevos sistemas que comprimen espacios, el remate de media distancia es una santa fórmula para los creyentes en esa dirección.
Por lo tanto, que estas situaciones de juego, NO PASEN DE LARGO.
Se quedan ojalá por un rato en el pensamiento, en la amplitud de la memoria, para convertirse definitivamente en lección qué es.
Una lección entre magistral y bien «naranjera». Por el Mauro de la Colonia.
De estos pagos también.