La Escuela para Árbitros irá tomando forma, con Hugo Collazo y Matías Alzúa. En tanto, una idea-proyecto obra en poder de los clubes, a cuyo texto accedió EL PUEBLO. A la hora del contenido, es fácil descubrir el anuncio de la víspera: la categorización de los jueces, la concreción de un programa abierto a la adecuación física de los funcionarios durante todo el año, y sobre todo, un imperativo que se plantea: disponer de veedores en todas las canchas. Una manera de juzgar, puntuar, calificar, verbos a la medida de un objetivo, para que la jerarquización de los jueces, sea tan perceptible como vital, evitando que a la teoría se la lleve la correntada. «Que quede escrito y que la evaluación no falte».
