La futura ministra de Economía dijo estar preocupada por la situación en que recibirá las empresas públicas y pidió más información.
Fue por lejos la más tensa de las reuniones que se han sucedido hasta ahora entre jerarcas del gobierno entrante y el saliente. Al punto tal que fue la única en que no hubo una foto conjunta de camaradería ante la prensa.
Y, si bien la media hora de conversación transcurrió en términos correctos y protocolares, las diferencias que ambos arrastran desde hace cinco años quedaron una vez más de manifiesto. Danilo Astori recibió este jueves en el Ministerio de Economía y Finanzas a la que será su sucesora, Azucena Arbeleche. Que supo ser también su subalterna, cuando la designada ministra se desempeñó al frente de la Unidad de Análisis de Deuda de esa cartera.
Eso fue hasta 2014, cuando Arbeleche pasó a ser asesora de Luis Lacalle Pou, y empezó a cuestionar al que conductor de la política económica en los últimos quince años. Y las diferencias históricas por los respectivos enfoques se le sumó la supuesta “falta de información” que la actual gestión ha entregado hasta ahora.
Por ejemplo, alguna que justifique la decisión de no proceder en enero al ajuste anual de las tarifas públicas. “Los datos que recibimos hasta el momento no son suficientes”, aseguró Arbeleche luego de la reunión.
De allí que se le solicitara a Astori información complementaria sobre cuál es la proyección financiera de las empresas estatales y cuál será la situación de “caja” con la que se culminará esta administración.
Una situación que, según la futura ministra, preocupa.
“Se trata de entender cuál es el motivo y la lógica de no ajustar por costos, que deben reflejarse en las tarifas”, sostuvo. Semanas atrás y entrevistado en el programa En la mira, de VTV, Lacalle Pou consideró esa actiTud una “avivada” del actual gobierno que, en términos anualizados, supondrá agregarle US$ 400 millones más al déficit fiscal por la merma de ingresos.
El presidente electo sostuvo que, ante el panorama, “hay una alta probabilidad” de que su gobierno deba asumir el 1 de marzo con un ajuste. Una decisión que, para la futura administración, no significará incumplir las promesas de campaña en ese sentido.
“Los compromisos son compromisos y se respetan”, puntualizó este jueves Arbeleche, para la que las tarifas no pueden aumentar para que el gobierno recaude más. En ese marco, dijo comprender que, si el ajuste es para que esas tarifas, reflejan los costos de las empresas, no se estaría incumpliendo el compromiso electoral.
“Son aspectos absolutamente distintos”, puntualizó.
Para las actuales autoridades, el tema de las tarifas “está más que discutido”. Así lo dijo a Ecos el director de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, que también estuvo presente en la reunión. “Esto es una transición, no es un cogobierno”, remarcó.