La “viveza criolla” es difícil de combatir. Algunos personajes de Salto, siguen valiéndose de ella, a pesar de los insultos y reproches que reciben y que no parecen afectarles. El comentario viene al observar lo que sucede en la puerta del BROU. Todos los mediodías. La mayoría de la gente que llega antes de hora para hacer trámites generales (no para cajero automático), va formando “cola”.
Pero hay gente que prefiere amontonarse en la puerta y luego entrar en la “montonera”, sin hacer cola. Cuando se les reprocha, sostienen: “no hay ninguna disposición que obligue a hacer cola”, cosa que es cierto, aunque tampoco se puede desconocer que la “cola” por orden de llegada es lo más democrático y justo para todos.
Gente afincada por estos días en Termas del Daymán, se queja de algunos rateros, que incursionan en el lugar. A veces sorprendidos por los propios turistas, cuando “tantean”, los autos, por ejemplo, huyen rápidamente.
No es que no haya vigilancia policial, sino que se hace casi imposible ofrecer seguridad cuando crece la población del lugar, como sucede por estos días, nos dicen. De todas formas, hay problemas a resolver si se quiere preservar la tranquilidad.
En algunas estancias turísticas de la región Norte, se da la estadía de gente de lugares muy distantes. No sólo de Europa, sino de Asia, por ejemplo.