Santiago de Chile, 3 jun (EFE).- Un grupo importante de indígenas de Panamá se capacitaron en el uso de drones de ala fija y otras tecnologías para detectar cambios en el uso del suelo que puedan amenazar los ecosistemas de los bosques de su país, un importante recurso para la seguridad alimentaria.
Según un comunicado de la FAO difundido hoy, durante el pasado mes de mayo, las principales comunidades indígenas que juegan un papel vital en el cuidado y monitoreo de este importante recurso, participaron en esta iniciativa.
El manejo de drones es parte de un plan de monitoreo comunitario de bosques, que contempla capacitaciones teóricas y prácticas, acompañamiento técnico y dotación del equipo y software necesario, con el apoyo de la FAO a través del Programa ONU-REDD y el ministerio de Ambiente panameño.
«Estas herramientas nos permiten conocer las características de los bosques y los recursos que tenemos en nuestros territorios», señaló el representante de la Comarca Indígena Ngäbe-Buglé, Eliseo Quintero, quien destacó que la participación de diferentes actores y organizaciones es clave para el cuidado de los recursos naturales.
Según la FAO, la vigilancia forestal en comunidad permite generar información de alta precisión para mejorar la toma de decisiones y gestión de los territorios por parte de los pueblos indígenas, utilizando una metodología estandarizada y respondiendo a las necesidades específicas de manejo de los recursos naturales de cada territorio.
«El monitoreo comunitario permite gestionar y conservar los bosques en territorios indígenas y aportar a la estrategia nacional de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la deforestación y degradación de los bosques, REDD+», explicó el Coordinador de la FAO para Mesoamérica, Tito Díaz.
La observación con drones tiene como principal objetivo identificar cambios en puntos específicos de la cobertura boscosa sometidas a procesos de deforestación y degradación que solo son observables desde el cielo, con imágenes de alta resolución.
Estos aparatos también permiten la vigilancia de incendios forestales, invasiones al territorio y seguimiento de cultivos, permitiendo una mejor gestión de los recursos naturales en territorios indígenas y pueden generar información inclusive en épocas lluviosas. Las capacitaciones a los representantes de los pueblos indígenas de Panamá incluyen la elaboración de planes de vuelo, armado y maniobra de drones, procesamiento de imágenes y la elaboración de mapas de alta resolución.
Según la FAO, más de la mitad del territorio panameño está cubierto de bosques, por lo que una adecuada gestión del sector forestal tiene el potencial de contribuir a reducir la pobreza mediante la creación de puestos de trabajo y la producción de alimentos, entre otros.
En abril, Panamá presentó a la convención marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, sus contribuciones nacionalmente determinadas ante la mitigación del cambio climático. El país espera incrementar la capacidad de absorción del sector forestal en 10 %, con la posibilidad de un aumento de hasta 80 % si recibe el apoyo financiero internacional necesario. Para lograrlo, Panamá impulsa la reforestación, el manejo y restauración de ecosistemas y el monitoreo forestal comunitario.