Daniel Olesker, economista del Partido Socialista
El economista Daniel Olesker, que fuera Senador del Partido Socialista y Ministro de Salud Pública y de Desarrollo Social durante los gobiernos del Frente Amplio, estuvo esta semana en nuestra ciudad para brindar una charla referida al desarrollo productivo y distributivo del país. Previo a la misma, dialogó con EL PUEBLO.

– Vino a Salto a dar una charla referida al desarrollo, un tema casi tabú para esta región del norte.
– La elección del tema tiene que ver con el futuro. El FA gobernó 15 años, tuvo 10 años de fuerte expansión económica y del trabajo, llegamos a un record histórico de un millón seiscientos ochenta mil ocupados, de un 6% de tasa de desempleo, cosa que nunca se había dado en la historia del país, siempre oscila entre 8 y 10%, y en la crisis más, obviamente. Pero a partir de 2015 empieza a haber un estancamiento en el trabajo. Claramente hubo un ciclo expansivo entre 2005 y 2014, y hay un ciclo de desaceleración de 2015 en adelante. Eso tiene que ver con el modelo productivo, por eso hablamos de desarrollo. Uruguay tiene un modelo productivo que es extremadamente primarizado, o sea, está muy basado en recursos naturales con bajo nivel de valor agregado. Y esa estructura tiene un límite para la creación de trabajo, ¿cuánto más puede crear trabajo la lana sucia y lavada o el cuero curtido o la celulosa sin procesar? En términos tecnológicos hay algunos valores agregados, como la trazabilidad y demás, pero en término de trabajo es poco. Entonces, hay que cambiar esa estructura productiva…
– ¿Hay que industrializar?
– Por un lado hay que industrializar, que puede ser con esos recursos naturales o nuevos. Siempre digo que hay que mirar un poquito para atrás. En el segundo gobierno del FA, donde el Ministro de Industria fue Roberto Kreimerman y el Director de Industria fue Sebastián Torres, se hicieron muchas cosas en favor del desarrollo industrial, y ahí pegó un salto la industria del medicamento, que hoy es una exportadora a la zona andina de América e incluso algunos otros países del mundo. Ahora se acaba de instalar en la universidad un instituto de vacunas, creo que Uruguay puede ser un productor y exportador de vacunas y de tecnologías sanitarias. O sea que además de la industrialización podemos ir también a los servicios, no solo los de software, que son de bajo nivel tecnológico en términos de la estructura informática, pero sí de otros que pueden dar otro tipo de servicios comunicacionales, logísticos que pueden dar trabajo. Entonces, hay que cambiar el modelo productivo.
Las bases programáticas del FA que se terminaron de hacer en julio, que están en discusión y que en diciembre se aprobarán en el congreso con los agregados que se le hagan, ya habla de un nuevo modelo de desarrollo productivo con mayor valor agregado, porque eso hace al quid del trabajo. Pero, y esto me parece muy importante, también hace a la distribución de la riqueza, que supone que tú tengas trabajo con ingresos suficientes para redistribuir. Es decir, no alcanza con decir que se crece porque se exporta lana, carne, cuero, celulosa, soja y después cuando viene la plata reparto en salud, educación y vivienda, y ojo que lo estoy caricaturizando un poco, eso hay que hacerlo, pero hay que dar un salto en calidad en la distribución, y eso exige ciertos cambios productivos.
Otra vez vuelvo al segundo gobierno del FA, allí Pepe instaló lo que se llamó los gabinetes sectoriales. Juntó a todos los Ministerios del área productiva y creó el gabinete productivo, juntó a todos los Ministerios del área social y creó el gabinete social, en ese momento yo estaba en Salud, y juntó a todos los Ministerios que tenían que ver con la innovación tecnológica y creó el gabinete de la innovación, también creó el gabinete de seguridad, pero me refiero a estos tres que son en los que me tocó participar. Y de allí salieron programas de transformación productiva debido a que la visión es transversal, cumple un rol central la OPP, que es quien debe liderar ese proceso, es la figura clave en un gobierno.
– La transformación educativa que viene implementando el gobierno, ¿apunta a preparar la mano calificada que a nivel tecnológico requiere el mundo laboral de hoy?
– La verdad que no sé si apunta o no, porque tengo que confesarle que no tengo idea de qué se trata. Lo único que sé es que le sacaron presupuesto y materias. La versión mercantilista de la educación de decir que se forma para el mercado del trabajo es mala cuando es solo para formar para el mercado del trabajo. Hay que formar al mismo tiempo para el mercado de trabajo y para la vida, porque la calificación de la mano de obra es un proceso permanente de vida, no se da en el Ciclo Básico ni en el Bachillerato. Hay que crear aptitudes generales en los estudiantes, y también hay que ir a formaciones específicas. Pero esta transformación educativa no hace eso, es muy parecida a la que hizo Germán Rama en el 96, que era una transformación educativa para un país de servicios que después no existió.