Días atrás conversando con María Ofelia Preve me comentó que Ofelia, su mamá, cumplía 82 años. A partir de ese momento comenzamos a pensar que sería bueno hacerle un homenaje sorpresa, que al abrir el diario de hoy, día de su aniversario, la sorprendiéramos con mensajes de personas que forman parte de su vida, sin duda que podríamos haber escrito mucho más que estas páginas con reflexiones de gente que la conoce y la quiere, pero creemos que en estas se resume en buena medida todo el cariño y el reconocimiento que tanto en ellos, como en la comunidad salteña se ha sabido ganar esta destacada coterránea, dinámica y vital que sigue empujando iniciativas con una vitalidad que ya quisieran tener muchas personas bastante más jóvenes que ella.
Ofelia, amiga de esta casa periodística, te deseamos un feliz cumpleaños,
porque te mereces lo mejor.
Adriana Martínez de de Brum
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El Magistrado Fernando Cardinal Piegas habla sobre su madre en el marco del onomástico
“Siempre ha sido una mujer muy
honesta en todos los aspectos…
deseo que siga siendo igual”
Fernando Cardinal Piegas, hijo menor de la Prof. Ofelia, desde hace muchos años (desde 1993) reside en la capital del país y se desempeña como Juez, Ministro del Tribunal de Apelaciones en lo Civil.
Cuando habla de su madre pone de manifiesto – pero discretamente – una admiración profunda hacia la figura materna.
“Mi mensaje en el día de su cumpleaños es que siga siendo igual (su mirada se emociona)… nos parecemos en muchas cosas… mi madre ha sido y es una mujer muy honesta, intelectualmente y como persona…”
No advierte diferencia alguna de la madre de hace muchos años atrás a la de ahora, y ello lo reconforta…”.
Es tal cual él mismo lo define, la trasmisión silenciosa, de bases cimentadas sobre la roca de los reales valores.
Mamá Ofelia siempre fue exigente con sus hijos en los estudios y la formación polifacética.
“A tal punto que los tres hermanos Eduardo, María Ofelia y yo nos dedicamos a tres profesiones muy diferentes” – indicó el entrevistado.
– ¿Considera usted que esa transmisión de valores tiene que ver con una generación muy especial en la que se enmarca su progenitora?.
– “Forman parte de la generación del Uruguay de Oro. Fue un país políticamente muy comprometido a nivel internacional, porque vivió cercanamente tanto las guerras mundiales como la República Española.
Estuvo signado por las confrontaciones ideológicas y frente a la crisis europea debido a las guerras, cuando la inteligencia se traslada a América ello generó un movimiento donde surgieron grandes personalidades, de la talla de Margarita Xirgú. El país era visitado en esa época permanentemente por pensadores, como Miguel de Unamuno, Federico García Lorca y otros referentes culturales de su época y pienso que ello tuvo mucho que ver con la generación de mi madre.
“ESA GENERACION
URUGUAYA DESDE EL
BALCON CONTEMPLABA
EUROPA”
– Se advierte en usted marcados a fuego los conceptos históricos….
– “Efectivamente (se sonríe)… afortunadamente en mi casa se nos permitía mucho discutir sobre historia.
Mamá nunca nos aplastó con sus concepciones…siempre nos permitió la discrepancia ideológica… cabe señalar que pertenezco a una generación diferente a la de mis hermanos (y por ende una formación académica distinta)
Mi formación como adolescente y universitaria se efectuó en el período de facto.
Entré al liceo en 1973 y me recibí en 1985”.
Fernando estudió dos carreras en forma paralela: Abogacía y Antropología.
EL ESTUDIO: UNA
EXIGENCIA PRIMORDIAL
A NIVEL FAMILIAR
El cultivarse integralmente fue una de las consignas que siempre la Prof. Ofelia Piegas inculcó a sus hijos, nietos y alumnos.
“Desde pequeños estudiamos varias disciplinas y fuimos muy lectores (Fernando comenzó a leer El Quijote a los diez años y lo culminó a los catorce)….la televisión llegó a nuestra casa justamente para poder seguir el acontecimiento de la llegada del hombre a la luna”.
El acto de leer era la posibilidad de acceder a la conversación del adulto.
Para poder seguir un determinado tema en la mesa, había que contar con cierta formación y la manera era consultar directamente a los libros.
Fernando considera que el factor común en cada integrante de la familia es el sentido crítico y reflexivo.
No fue una madre clásica…. siempre fue una trabajadora que estuvo en mil cosas… “Jamás mis padres fueron a levantar nuestras calificaciones al liceo, ni a reuniones, nos inculcaron que era nuestra responsabilidad hacer las cosas bien…. la educación dio resultado pues fuimos muy buenos alumnos los tres – indicó el magistrado agregando que – No somos fundamentalistas ni partimos de premisas que no revisamos”.
De su madre ha heredado el gusto y la vocación por la docencia (es docente de la Facultad).
Siente que en cada aula mantiene con sus discípulos un “feed back” que lo hace sentirse pleno.
“Mamá es una mujer muy enérgica, querida y respetada… sus ex alumnos – muchos de ellos jueces me preguntan siempre por ella.
Es y ha sido una figura extremadamente referencial en mi formación docente, que ha sabido desmitificar muchas cosas…. tiene el don de la juventud permanente y nos dignifica como hijos” – reflexionó el orgulloso hijo.
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Lic. Celia Cocco, ex alumna y nuera de la Prof. Ofelia Piegas
“Siempre la admiré como docente… como abuela tiene un espíritu vanguardista”
La Lic. Celia Cocco –antes de convertirse en nuera de la docente fue su alumna y se emociona al recordar sus clases.
“Realmente nos hacía vibrar y trasmitía su gran pasión por la disciplina” – recordó.
Destaca que a Ofelia le tocó ser una abuela muy joven y la define como “una abuela moderna, vanguardista… que no sigue los cánones tradicionales”.
“Más allá de su prestigiosa carrera, quienes somos su familia, la queremos como persona y sus nietos siempre van a necesitar su cercanía” – señaló Celia.
Primeramente Celia mantuvo una relación docente – alumno con la que luego fuera su suegra… “En esa época conformábamos un grupo al que nos apasionaba la Historia porque Ofelia (no oculta su emoción) era una profesora que nos hizo sentir pasión por lo que nos transmitía… si bien luego no elegí una carrera humanística, dado que soy Licenciada en Enfermería” – expresó.
Las clases de la prestigiosa profesora solían conmover a su alumnado, ya que no solamente hace visualizar los procesos históricos, sino los valores de los mismos… “hechos que en la adolescencia uno se cuestiona…. es indiscutiblemente, un referente”.
Pertenece a una generación de docentes que enseñaban y aparte, hacían pensar.
En carácter de alumna Celia frecuentaba el hogar de la profesora, donde se hacían despedidas y reuniones… una docente muy allegada a los alumnos.
Con Eduardo (hijo mayor de Ofelia) se reencontraron en la época de estudiantes universitarios, casándose muy joven.
“NO TE LLAMO COMO
NUERA, SINO COMO
BUENA ALUMNA
QUE FUISTE”
“A menudo se comunica conmigo para invitarme a las conferencias y a veces no puedo concurrir por mis múltiples actividades en la universidad.
La última vez que me invitó me llegó al corazón lo que me dijo; no te llamo como nuera, sino como la alumna que fuiste, una significativa valoración.
– Todos hablan de una Ofelia honesta, directa, activa… y vanguardista….
– “Pienso que ha ido cambiando con el tiempo el modelo de abuela….mi suegra lo fue muy joven, por eso no se trata de una figura tradicional….las de antes estaban en la casa y las de ahora deben salir afuera a trabajar.
Ofelia es una abuela de vanguardia, en el sentido que hace treinta y ocho años que fue abuela y por su forma de ser es multifacética.
Es bueno que le siga importando la historia, que investigue… esa reivindicación permanente que hace de Artigas hace que podamos pasar horas escuchándola atentamente”.
Conforman una familia muy ilustrada, inquieta por el saber…. “Trato de aunar el pensar que vaya de la mano con el sentir… los afectos son fundamentales en la formación de los niños, declaró Cocco.
Es un momento especial, donde toda una familia vive un acontecimiento memorable y a veces las palabras resultan escasas…
Celia considera que la mejor manera de definir a su suegra es desde la mirada sencilla y desde el lugar más simple.
“Ella es como es y no pretende ser diferente… se muestra tal cual es, con sus desaciertos y bondades …
Recuerdo que cuando a Eduardo con tal solo treinta y cuatro años tuvo un infarto y tuvimos que viajar a Europa, se quedó con sus nietos y les hizo pasar un momento fenomenal… los mal enseñó bastante… hoy la entiendo… las abuelas estamos para transgredir las normas”.
Un mensaje para Ofelia – “Para los que la queremos Ofelia es importante sobre todo en lo afectivo…. los nietos siempre la van a necesitar”.
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“La abuela es un ejemplo de pujanza… un ser muy querido y nada le impide seguir adelante”, dice uno de sus nietos
segura que tuvo la suerte de criarse a su lado – privilegio que no tuvieron los demás primos.
Su madre retornó a vivir a la tierra salteña cuando él contaba con apenas dos años y hasta los nueve disfrutó de ser el nieto más cercano…. “A veces la propia abuela se confunde y me dice porque llamó tu hermano… cuando en realidad es mi tío (risas).
Ese fenómeno se da, por el estrecho vínculo compartido entre ambos
Abuela Ofelia ha sido un ejemplo a seguir en el camino emprendido hacia una meta bien definida, de quien sabe lo que quiere y es fiel a su escala de valores.
LA NIÑEZ JUNTO A LA
ABUELA OFELIA
“De niño recuerdo que me hacía estudiar bastante… surgían los clásicos abuela, dentro de unos meses tengo una prueba sobre Artigas… era decir eso y todos los días me daba una clase en el almuerzo” – recuerda.
Se gestó entre ellos una relación muy dinámica, donde la disciplina y el gusto por el estudio siempre estuvieron presentes.
“Ambos compartimos esa energía de siempre darle para adelante en lo que hacemos…”
Mateo este año acabó de llegar de Chile donde emprendió y culminó su carrera de Ingeniería de Sonido.
Otra de las máximas de su abuela tiene que ver con el logro de notas brillantes, donde el fruto del esfuerzo debe ser siempre el mayor.
LAS ANECDOTAS DE
SOBREMESA
La Prof. Ofelia Piegas siempre ha sido una apasionada de su especialidad y ello le ha transmitido, no solamente a sus alumnos, sino también a cada uno de los miembros de su familia.
“Los sucesos históricos siempre han sido tema de sobremesa donde la abuela al exponerlos, en muchas oportunidades se ha emocionado hasta las lágrimas.
Siempre está dispuesta a manifestar sus ideas de vida, estrechamente relacionadas con el Ideario Artiguista … no le mencionemos algo en contra del héroe, porque nos cuelga automáticamente (risas)”.
Una de las grandes virtudes de la docente – según lo expresa su nieto – es la postura que toma al promover la figura del Prócer, dejando ver sus aspectos humanos.
Un Artigas hombre, desprovisto de sus dotes de héroe. “Parte aclarando siempre que él había sido un hombre de campo, bagayero…. que toda la vida malhabida tal vez que pudo haber llevado antes de enrolarse en las filas de los Blandengues, fue lo que le dio el dominio de la zona…. conocía el norte del país como la palma de la mano”.
MENTALIDAD ABIERTA.
“LA ABUELA SIEMPRE
ESTA ACTUALIZADA”
Una gran sorpresa se llevó el nieto cuando le hizo escuchar un tema del conocido grupo “Cuarteto de Nos” que habla en tono irónico y jocoso de la figura de Artigas.
“Para pelearle le mostré la canción y para mi asombro le encantó y me pidió que se la grabara…. Ello demuestra que lo reconoce como un ser humano con sus virtudes e imperfecciones… con ideas claras, generoso y visionario”.
A sus ochenta y dos años Ofelia ha logrado ponerse a la par de las generaciones actuales… chatea, entra en Internet y se conecta con todos los museos del mundo.
“Se comunica, maneja muy bien los códigos de la juventud y no le teme a nada… siempre va hacia delante”.
– En su manera de proceder ¿Ha tenido mucho que ver la influencia de su abuela?
– Absolutamente. Tanto en el estudio como en la manera de encarar las cosas, de ser perseverante para lograr cada meta”.
LA NACIONALIZACION
DE “LA REDOTA”
Actualmente Mateo se ha sumado al proyecto de la celebración de La Redota que pretende expandirse como acontecimiento que propicia a la cultura y educación.
“Estamos tratando de abrir las puertas, hacerla una fiesta más nacional, con el apoyo de la Intendencia Municipal” – destacó el entrevistado.
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Habla su amiga Luisa Medina
“Es un ser muy generoso e íntegro… Ofelia, ¡No cambies nunca!”
Luisa (77) y Ofelia se conocieron en la primera “Redota” que se celebró hace trece años atrás.
Se conocían desde antes, pero su estrecha amistad se consolidó a partir del acontecimiento que marcó sus vidas para siempre, son dos mujeres que tienen bien claro el valor de compartir posturas similares frente a la vida, valores y dones que cada ser humano debe saber cultivar a su debido tiempo.
“Ofelia es muy generosa con todos sus amigos y compañeros… nada se guarda para sí… todo lo comparte y es una amiga honesta.
En consonancia (¡Qué coincidencia!), con las expresiones vertidas por Fernando, hijo menor de la docente, Luisa desea que su amiga siga siendo como es, que no cambie su esencia.
Decididamente la Prof. Ofelia Piegas, que está disfrutando de los años dorados, es una mujer muy querida por todos los que tienen el privilegio de conocerla.
Coincidieron una vez en el Museo Olarreaga donde Luisa solía exponer sus pinturas (es artista plástica).
Ofelia estaba en plena organización de “La Redota”, cuando se presentó quien actualmente es una de sus mejores amigas y la acompaña en los momentos más significativos de su vida.
“Ella me aceptó y a partir de allí hemos hecho una hermosa amistad. Me sentí poderosamente atraída por La Redota …. me encanta ese tipo de actividades” – señaló la entrevistada.
Luisa sin vacilaciones sostiene que Ofelia es una verdadera amiga, un ser sumamente generoso y honesto…. sabe ser la mejor compañera con quienes integran la Asociación de Amigos del Patrimonio Histórico.
“LOS CONOCIMIENTOS
LOS TRANSMITE Y LOS
COMPARTE SIEMPRE”
Su amiga revela que la querida docente trasmite y comparte todo lo que sabe, sin guardarse absolutamente nada.
Siempre se muestra dispuesta para emprender lo que sea, jamás tiene pereza y acude al llamado de las escuelas más lejanas…. con la compañía y el apoyo de Luisa, que la admira como docente y persona.
Si bien son similares en algunos aspectos y en otros no, por encima de todo está la amistad que es indestructible, firme, sin dobleces…así es Ofelia… sin dobleces.
LA AMISTAD Y EL
RESPETO POR
SOBRE TODO
Esa relación de coincidencia en algún sentir y pensamientos similares, se ve potenciada frente al respeto mutuo.
“Tenemos la confianza de decirnos las cosas de frente con mucho respeto … jamás ha sido egoísta… el material que posee lo brinda.
Ofelia apoya todo lo que tiene que ver con la cultura y el estudio…. se siente realizada cuando la comunidad se ilustra.
Doy fe que es sumamente querida por todo su alumnado, que a menudo la saludan cariñosamente en la calle”.
Recientemente vino luego de culminar un viaje a Europa y trajo para cada uno de sus compañeros un cd con la información sobre Florencia, Nápoles y otros lugares, conferencia mediante, un gesto realmente grato.
“Admiro su honestidad, es una mujer honesta, voluntariosa y decidida… y me consta que ha luchado en la vida para llegar a sus metas”
A menudo frecuentan juntas la estancia Saudades, propiedad de la docente donde se sienten plenas por pisar las tierras donde atravesó el Prócer.
“Cuando nos percatamos que allí estuvieron nuestras raíces sentimos algo muy especial” – subrayó la entrevistada.
Allí emerge una joya muy preciada para la Prof. Piegas. Se trata de la Tapera de Evaristo, que un día tendremos la oportunidad de revelar esa incógnita.
– ¿Qué le ha aportado en su vida con la amistad de una persona como Ofelia Piegas?
– “El conocimiento de una historia vivida, transparente… real… antes tenía el concepto de un Artigas en el bronce.
Mi amiga me hizo apreciarlo como ser humano… como un hombre visionario que tuvo sus defectos y virtudes… eso aprendí con ella y muchas otras cosas”.
Luisa siempre fue una apasionada de la historia y en esta etapa de su vida junto a su gran amiga siente que ha podido realizarse en el conocimiento y en las vivencias, que no escapan a la historia misma…. si cada uno desde su lugar… hace historia.
“A mi amiga le deseo lo mejor… somos muy compinches … la quiero mucho y le agradezco su honestidad… no quiero que cambie nunca… que siga siento tal cual es Ofelia Piegas”.
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Hija menor de cuatro hermanas
Ofelia Piegas, nace en Montevideo en el año 1927. Hija menor de 4 hermanas, de padre médico siquiatra proveniente de una familia de estancieros, y de madre ama de casa incondicional de su cónyuge.
A los 7 años debe permanecer pupila en el Colegio de monjas Alemanas, junto a dos de sus hermanas, ya que el padre hace un primer infarto y debe abandonar la siquiatría y el estrés montevideano, radicándose en el campo: Saudades, el amor eterno de nuestro personaje. Ya en Saudades, en los campos de Arerunguá, los mismos que formaran parte de la suerte de estancia que conservara Don José Artigas para reducto de sus charrúas y «centro de sus recursos», como el General los denominara, Don Francisco Piegas, padre de nuestra protagonista, deja su impronta no solo en su tarea de productor sino como médico benefactor de una población totalmente enquistada en el medio de la nada en el departamento de Salto, Cerros de Vera. Instala una policlínica en su propia estancia atendiendo en ella a cuántos necesitaren de sus servicios, de manera absolutamente gratuita. Lo acompaña permanentemente su esposa Doña Camila Dotta y su hija mayor.
Mientras tanto, la pequeña Ofelia divide su vida entre el colegio, lejos de sus seres queridos y las vacaciones largas de verano en su querida Saudades, donde aprende a corretear en los campos, montar a caballo e ir guardando en su memoria ese paisaje de cerros y llanuras que constituyen la visión y el sustento de los meses eternos que debe pasar en la capital, enclaustrada en un colegio riguroso, retrógrado aún para la época.
A los 15 años por fin se establece con sus padres y hermanas en la ciudad de Salto, y comienza sus últimos años de estudiante en el Liceo IPOLL.
Con 17 años se casa con su profesor de física de 4º año, con quien tiene dos hijos, Eduardo el mayor y María Ofelia. Es en esta etapa que comienza su actividad intelectual, terminando su bachillerato en forma libre y preparando su profesorado de la mano de Gabito Bentos Pereira, reconocido profesor de historia y su mentor intelectual. Muere su padre, cuando su hija menor tenía dos años, dejando un inmenso vacío en su vida espiritual y la añoranza por la tierra que ha debido ser arrendada: su querida Saudades en manos de extraños.
Luego de una vida regalada del punto de vista económico, su esposo es médico al igual que su padre, se divorcia y comienza otra etapa de su vida, donde debe alternar sus deberes de madre con su amor por la Historia y la necesidad de ganarse la vida: además de las clases de Historia Universal en los bachilleratos de Abogacía y Notariado, consigue la representación de un laboratorio nacional de medicamentos, y debe viajar permanentemente a Artigas y Paysandú a colocar los productos.
Se casa nuevamente en el año ’59 y en el ’61 nace su hijo menor, Fernando. En 1969 se casa su hijo mayor y ella logra su máxima aspiración: rescatar Saudades! Cierra entonces el ciclo, que deberá abrirlo nuevamente más adelante. Madre, profesora, comerciante y productora, divide su tiempo en una vorágine interminable, dos hijos estudiando en Montevideo y el menor en edad escolar; el campo en los fines de semana largos; las giras por los departamentos limítrofes caminando cuadras interminables en una actividad que no le interesa, pero tiene muchas bocas que mantener. Y las clases de Historia que llenan su vida, sus alumnos que son hijos que la vida le dio. Hasta el día de hoy: no pasa un día que no vaya caminando por las calles de Salto en que más de un caballero que peina canas o una señora quizás ya abuela, no la saluden: profe! Como va César, el marido de todas las mujeres y la mujer de todos los maridos? aludiendo a las anécdotas con que matizaba sus clases magistrales, donde el gran emperador romano quedaba muy mal parado!
Entramos en la época del oscurantismo en nuestro país: las luchas gremiales a las que no es ajena, contra la prepotencia del poder; la dictadura, el intento de amordazar las voces que no callan, entre ellas la de Ofelia: se suceden los sumarios a la vez que es detenida por los militares por «averiguaciones» en un intento más de amedrentar, pero ni siquiera de esa manera lo logran. Sigue con sus clases y provoca a sus detractores hablando para los micrófonos instalados en su aula, aludiendo a los procesos históricos que tanto conoce sin dejar de mencionar a Dreyfuss, a los procesos revolucionarios que cambiaron los conceptos y las normas a través de la historia. La gota que colma el vaso: finalmente es echada de la enseñanza, junto a otros once profesores, (más barato por docena era la broma dolorosa que ellos mismos comentaban).
Este tremendo desenlace la afecta profundamente: siente que le han amputado un miembro, que uno de sus hijos, que son muchos, sus alumnos, le ha sido arrancado. No sabe todavía que otro también le será quitado. Pero este hecho le permite un contacto mayor con su querida Saudades, su amor más antiguo: puede ir más seguido e intervenir un poco más en las actividades productivas, que están a cargo de su esposo.
La dictadura se afirma y con ella el golpe tremendo: le arrebatan a su hija, quien es detenida y finalmente recluida en Punta Rieles con una condena de 4 años y dos meses. Comienza otro peregrinaje, las visitas por cuenta gotas al Penal, viajes muchas veces frustrados por sanciones inexplicables que la dejan sin verla a través de esa doble reja que la angustia. Pero su instinto de madre la lleva a pelear contra viento y marea: pasa el tiempo pero no su ímpetu, y finalmente logra que la Suprema Corte de Justicia libere a su hija. Nuevamente Saudades tiene su atención permanente, años de crisis, rotura de tablitas, pero sigue la lucha, su vida intelectual está adormecida, como un desquite contra la vida que le ha negado la posibilidad de trasmitir sus conocimientos. Retorno a la democracia, luego de una silenciosa lucha a la que no fue ajena. Sus hijos lejos, con cinco nietos, es llamada nuevamente a las aulas: según sus propias palabras «nunca segundas partes fueron buenas, que me recuerden por lo que dí, hoy mis prioridades son otras» y es así que si bien se niega a volver a dar clases comienza una nueva etapa de su vida intelectual. La figura de Artigas surge a través de su contacto con los documentos que investiga sobre la propiedad de sus campos, y se enamora irremediablemente de ese personaje que hasta ese momento le fuera ajeno: su romance con la historia comenzó con la grandilocuente zaga universal, amores juveniles, hoy su madurez la lleva a investigar acerca de los orígenes del suelo que pisa y es América quien se instala en su interés.
Un ciclo termina y comienza otro: queda viuda, pierde a su madre con 94 años, que siempre fue una sombra tutelar a su lado, mentora de su arraigo a la tierra y de su fuerza emprendedora y batalladora sin descanso. Se hace cargo definitivamente del campo, junto a su hija que ha vuelto nuevamente con el nieto de dos años. Pero ahora ya le queda tiempo para su primer amor. Y comienza la etapa de conferencias, charlas, investigaciones. Las primeras aún con contenidos de la historia universal, también la historia del arte y de la literatura, pero escudriñando siempre en ese personaje que la obsesiona y la fascina: José Artigas.
Y así, entre el campo que renueva su espíritu, esas cabalgatas por los cerros de Arerunguá viendo el ganado pastar, vivido como algo tan integrado al paisaje que no cabe en su mente la idea del lucro empresarial; y su inquieta personalidad que la empuja a renovarse, a buscar nuevos desafíos nunca negada al cambio, deja su vieja Olivetti en Saudades y la emprende con la computadora. Llena pantallas interminables con sus ideas, y las horas de ocio la encuentran haciendo solitarios en la pc o chateando con su nieto que estudia en Santiago de Chile.
Su inquieta personalidad la lleva a integrarse a la Asociación de Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural de Salto, empresa a la que se aboca en cuerpo y alma como todo lo que ella emprende. Más charlas, más conferencias, recorridos por los campamentos de Artigas en la Región, en un itinerario elaborado junto con dos personalidades de nuestra cultura: Carlos Maggi y Ana Ribeiro, quien la llama su «madre intelectual».
Es convocada por la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile a hablar sobre la personalidad de Artigas y su influencia en la región. Acompaña también a la ciudadanía de Santa Fe, Argentina, en un 19 de junio, a rendir homenaje a nuestro Prócer: grandes admiradores del ideario artiguista, la invitan a dar una charla sobre su pensamiento federal.
También la ciudad de Salto le rinde su homenaje: en el 2003 recibe el Fausto, premio otorgado por la Asociación de Periodistas y Comunicadores de Salto, en reconocimiento a personalidades que han descollado por su actividad al servicio de los ciudadanos. Y el Diario Cambio de Salto la destaca como mujer del año.
Una deuda pendiente, la Asociación de Profesores de Historia del Uruguay la nombra miembro Ilustre en 2006.
Una vida plena, con sus jóvenes 81 años, imparable, ingobernable, inquieta, permanentemente involucrándose en todos los desafíos que se le presentan, mentora de todo lo referente al rescate de nuestras raíces (13 Ediciones de la Recreación de La Redota, en conmemoración al Éxodo del Pueblo Oriental) es hoy el emblema más acabado de la mujer del siglo XX, proyectándose al XXI como si recién empezara.