El dulce presente de Almagro. No solo por lo que significa la condición de puntero en la Divisional «B», sino porque en los restantes planos que hacen al club, la recompensa de alcances, desde la faceta social a todo el operativo de organización que el Baby Fútbol planteó.
La comisión directiva que preside Pablo Catela, el desarrollo de fines que no faltan y el ascenso como objetivo. Al fin de cuentas desde su singular historia, Almagro ha escrito páginas que el hincha de la memoria es capaz de no olvidar. Ascensos y descensos en su vida deportiva y protagonismo que no le faltó tanto en la «A» como en la «B», más jugadores que marcaron época y que incluso no pocos de ellos, con proyección nacional.
Ayer 30 de junio, con Almagro llegando a los 88 años. En la noche y en la sede, los laboriosos del presente que no faltaron, mientras que el domingo a las 11 horas en su cancha, el reconocimiento que no faltará a jugadores de la década de los 80, con dos equipos de se alojaron en su historia a dignidad excpresa: el de 1981 y el de 1989. Mientras los decires del tango, no dejarán de asociarese desde ese «Almagro, gloria de los guapos; lugar de idilios y poesía, mi cabeza la nieve cubrió; ya se fue mi alegría como un rayo de sol»

El actual tiempo de Almagro, jugando en la Divisional «C». Los 24 puntos para ser dueño de la punta y además el invicto. La inalterable ilusión del ascenso.

El equipo de 1989. De los más rescatables siempre en su historia, con el mando técnico de Jorge Nelson Padrón y Luis Catela. El que incluía entre otros a Marcelo Nalbarte (golero), José Luis De Freitas, Julio Castro, RIcardo Urruzola, Héctor Dante Núñez, Sofildo Piñeiro, Luis Alberto «Toro» Trinidad, Víctor Omar González, Ramón «Para» Bautista, Luis «Pastor» Dávila….un equipo de aptitudes potenciales. Pasó de la «B» a la «A».