Carmela es practicante interna de medicina y realizó hasta fin de abril la tercera rotación en el Hospital de Salto. Su abuelo Jorge tiene 83 años y le llevaba todas las semanas palmitas de confitería para que convide a los compañeros de la guardia de la Emergencia.

La llegada del abuelo a la puerta de Emergencia era muy esperada y no pasaba inadvertida, ya que subía la rampa en su autito eléctrico inconfundible a entregar las palmitas. Según él este autito es como sus piernas porque, a pesar de tener dificultad para caminar, le permite pasear, hacer compras y visitar a los nietos. Con este gesto él quiso agasajar al personal de la salud por todo el esfuerzo que realizan en la pandemia pero en el fondo de su corazón confiesa: «también lo hago para que recuerden a Carmela de una manera especial».