A causa de los bruscos cambios de temperatura que han llevado a producir golpes de calor, es necesario refrescar conceptos e información respecto a las medidas precautorias que la comunidad debe tomar para que el organismo no se vea afectado por los eventos climáticos.
Respecto a este tema una vez más consultamos al Dr. César Suárez, reconocido médico dermatólogo.
“Hay dos elementos que hay que considerar; por un lado el calor como tal y por otro la exposición a las radiaciones ultravioletas del sol, manifestó.
Con respecto al calor en sí, por sí mismo genera descompensaciones que afectan fundamentalmente a personas que están en situación de vulnerabilidad, los niños pequeños, las personas ancianas y quienes padecen algún tipo de enfermedad” – señaló el especialista.
En referencia a las descompensaciones más comunes, el médico mencionó el trastorno de deshidratación.
Para evitar este fenómeno es necesario reponer los líquidos, se los recomienda ingerir en forma abundante, sobre todo agua.
En las personas frágiles, las consecuencias pueden tornarse más importantes.
“Hay que tener en cuenta permanecer en lugares más o menos frescos, con ropas livianas.
También es importante estar cerca de fuentes de agua, ya sea a través de duchas cuando el calor es muy intenso… sobre todo aquello que permita bajar el efecto adverso en las estructuras corporales.
LA EXPOSICIÓN AL SOL: RIESGOS Y CUIDADOS “EN GENERAL LA GENTE HA VENIDO TOMANDO CONCIENCIA A TRAVÉS DEL TIEMPO”
Durante muchos años el Dr. César Suárez ha explicado en los medios acerca de los riesgos que se corre al exponerse indiscriminadamente en las horas pico.
-“Actualmente la gente está muy informada, la Asociación de Dermatología del Uruguay todos los años hace una campaña tendiente a llevar elementos educativos hacia la población.
Con respecto a esos tópicos hay que tener presente que la exposición a las radiaciones ultravioletas generan múltiples trastornos; algunos que son inmediatos como las quemaduras solares, muy molestas y dolorosas.
A largo plazo, se manifiestan alteraciones de la estructura cutánea que traen aparejado consecuencias en el futuro.
En general la gente a través del tiempo ha ido tomando conciencia y está informada y personas que poco caso hacen a la información.
En términos generales las personas adultas tienen más cuidado con los niños y tratan de no exponerlos” – precisó el Dr. Suárez.
En muchas empresas donde los empleados deben exponerse por su tipo de trabajo al sol – proveen de los protectores solares para minimizar los efectos de éste.
Hay que tener en cuenta que además el efecto del protector comienza media hora después y al cabo de dos horas comienza a declinar.
El factor recomendado es el 30 y de allí para arriba; a veces no se coloca de la forma adecuada, debe aplicarse en forma uniforme y complementarla con el uso de sombrero.
Suárez afirma que el protector más eficiente es justamente la ropa.
“A veces las actividades están planificadas en los peores horarios, lo que sucede con las piscinas barriales lo que afecta en forma severa a la piel de los niños.
De acuerdo a la norma horaria que tenemos ahora, diríamos que a partir de las 10. 30 de la mañana el sol está lo suficientemente fuerte como para empezar a hacer daño.
Por consiguiente, cuando los fines son recreativos hay que respetar la franja horaria establecida y en caso de que sea por cuestiones laborales adoptar todas las medidas de protección posibles y necesarias para evitar los daños inmediatos y los que se dan a largo plazo.
CÓMO PREVENIR LOS GOLPES DE CALOR
Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
Evitar exponerse al sol en exceso, ni entre las 10 y las 17.
Usar cremas de pantalla solar con factor 30 o más y renovar periódicamente la protección ante el contacto con el agua o transpiración.
Hay que tener en cuenta que los productos auto bronceantes no dañan, pero tampoco protegen.
Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas.
No ingerir comidas muy abundantes; en su lugar, consumir verduras y frutas.
Reducir la actividad física; usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero y anteojos oscuros.
Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.