Nadie que haya escuchado detenidamente el mensaje de la flamante presidenta de Brasil, puede ignorar que se ha tratado de un mensaje esperanzador, fuerte, valeroso, que abre muchas expectativas para el poderoso país del norte.
A continuación transcribimos algunos de los conceptos de la flamante presidenta de Brasil, quien se ha revelado como una excelente oradora.
«Vengo para abrir puertas para que muchas otras mujeres, también puedan, en el futuro, ser presidenta».
Vengo – añadió – para consolidar la obra transformadora del presidente Luis Inácio Lula de Silva, con quién tuve la más vigorosa experiencia política de mi vida y el privilegio de servir al país, a su lado, estos últimos años.
«La lucha más obstinada de mi gobierno será por la erradicación de la pobreza extrema y la creación de oportunidades para todos».
«Aún existe pobreza que avergüenza a nuestro país y que impide nuestra afirmación plena como pueblo desarrollado. No voy a descansar mientras haya brasileños sin alimentos en la mesa, mientras haya familias en el desaliento de las calles, mientras haya niños pobres abandonadas a la propia suerte».
Es con crecimiento que serán generados los empleos necesarios para las actuales y las nuevas generaciones. Es con crecimiento, asociado a fuertes programas sociales, que venceremos la desigualdad de renta y del desarrollo regional. Eso significa – reitero – mantener la estabilidad económica como valor absoluto.
Agregó Dilma «Junto con la erradicación de la miseria, será prioridad de mi gobierno la lucha por la calidad de la educación, de la salud y de la seguridad. En las últimas dos décadas, Brasil universalizó la enseñanza fundamental. Sin embargo es preciso mejorar su calidad y aumentar las vacantes en la enseñanza infantil y en la enseñanza media. Para eso, vamos a ayudar decididamente los municipios a ampliar la oferta preescolar. Pero sólo existirá enseñanza de calidad si el profesor y la profesora sean tratados como las verdaderas autoridades de la educación, con formación continuada, remuneración adecuada y sólido compromiso con la educación de los niños y jóvenes. Solamente con avance en la calidad de enseñanza podremos formar jóvenes preparados, de hecho, para conducirnos a la sociedad de la tecnología y del conocimiento».