La coordinación de las actividades de lucha contra el mosquito trasmisor del Dengue, anunciada y ya puesta en práctica por los municipios de Salto y Concordia es una muestra más de lo que se puede hacer cuando hay buena disposición.
No se puede ignorar que la lucha contra el Dengue es en realidad la lucha contra el mosquito trasmisor del Dengue, Aedes Aegypti, porque como bien lo reconocen las autoridades sanitarias no se conocen experiencias de total erradicación del mosquito y además, por lo general, donde existe el mosquito tarde o temprano aparece la enfermedad.
La cuestión está –por lo tanto – en mantener las poblaciones del insecto reducidas a la menor expresión posible.
Las dos líneas fijadas por quienes han coordinada la campaña denominada “Semana D”, para acentuar los operativos de combate al mosquito, sus huevos y sus larvas, en una época clave, como es la llegada de los primeros calores, son muy acertados.
La educación de la comunidad en cuanto a todos los detalles de la enfermedad, resulta muy importante para saber y conocer las características y la peligrosidad de la enfermedad que se presenta.
Este es el punto de partida. La convicción de la necesidad de luchar contra el mosquito.
Luego aparece la represión y la sanción de la desidia, de la irresponsabilidad de quienes no se muestran dispuestos a asumir las tareas que corresponde a cada ciudadano y a cada integrante de la comunidad en la erradicación de aquellos elementos que puedan servir como reservorios al Aedes Aegypti.
Hay que tener en cuenta que estos son los aspectos esenciales. Si hablamos de urgencia, es innegable que el esfuerzo debe apuntar a la eliminación de los denominados “cacharros” que constituyen los reservorios habituales. Mientras el mosquito los tenga, será muy difícil reducir su población.
En cambio, si hablamos de medidas a mediano y largo plazo, las que nos pueden llevar a una situación realmente mejor y diferente a la actual, pasan por la educación, por la conciencia ciudadana, que es el elemento central de toda la problemática social, incluyendo los aspectos sanitarios, por supuesto.
En este caso, los municipios de Salto y Concordia nos están enseñando el buen camino, el de la coordinación, el de la conjunción del esfuerzo, el de la responsabilidad social y por lo tanto, es una línea de acción que merece ser destacada.