Porque la ilusión de Arsenal fue esa. Recuperar identidad, consigna, vuelo creativo y vitalidad ofensiva. Superar el 0-1 del partido de ida y exponerse a la aventura de creer lo posible.
Y lo posible fue su verdad, no solo con el 2 a 1 final, sino a la hora misma de los penales, para resolver quién de los dos avanzaba a la siguiente fase del Campeonato del Interior en la Divisional B.
Esa ilusión se volvió definitivamente sentencia en el último penal, cuando Ezequiel Martínez malogró y Patricio Forti decidió contra las piolas. El 4 a 3 de Arsenal en los penales , como para silenciar a un barrio. No fue solamente el Ceibal que jugó, también el impacto en su gente. En el pueblo ceibaleño, que de repente fue saboreando el avance, después de aquel 1 a 0 y porque además Arsenal sumaba tres partidos sin convertirle goles.
Habría que admitir que Ceibal despuntó sobre la base de una ambición superior, después de ese remate de Basualdo a los 6′ que obligó al desvío de Jorge Fleitas. Pero después Ceibal, hasta el gol de Braian Rodríguez empujándola de ́última sobre el segundo palo, hasta que en los 20′ el tiro libre del «Zurdo» Fagúndez por poco no concluye en gol.
Un contragolpe por Braian que hasta pudo ser, en medio del Arsenal a desencanto pleno.
Expuesto a un dispositivo de contención limitado, sin energía creadora y con solo destellos ofensivos desde Javier Vargas. Hasta que en los 26′ fue la primera señal.
El pase de Emiliano Maciel hacia atrás y con Paolo Tabáres sin resolver a favor de la chance neta.
Hasta que un par de minutos después, lujo de maniobra por el «Tavo» Carballo. La habilitación a Paolo. La notable maniobra personal, con alardes de gambetas, hasta que el tiro del final también le salió!.
Elaboración primero; arrogancia de clase después….¡aplaudan nomás!

¿POR QUÉ CEIBAL?
Al fin de cuentas en ese segundo tiempo,¿cuántos arribos de ataque de Ceibal con perspectiva de gol?. De repente en los 44′, cuando el «Tití» Leguísamo tocó por arriba de Noboa y el golero fue carta ganadora en el mano a mano.
A esa situación hay que rescatarla, porque Arsenal fortaleció el 2 a 1 que había alcanzado en los 22′.
De Gustavo Carballo al palo y del palo al rebote para que el «Toti» Vargas ganase la cuereada en el pique corto.
El instinto mágico de un goleador.
Ahí hay que estar. Ahí estuvo.
Después, los penales. Después el equilibrio 3 a 3 en la primera tanda. Hasta que en el sexto penal se bajó el telón, cuando Ezequiel malogró y el «Pato» Forti no dudó.
Cuando la ilusión se volvió sentencia. ¡Mirá qué sentencia, Arsenal!
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¿Lo tenía a este Arsenal posible, después de casi 300 minutos sin convertir goles a Ceibal?. Y fue ahí Arsenal, en ese terreno libre para cultivar el sentir.
Y sintió que la secuencia no le era ajena. Fue a conquistar el mañana.
A ese mañana…lo hizo parte del sueño…. en tiempos de su propia e inocultable rebelión.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-