Hoy por: María Fernanda Ferreira
Pionera como presidenta rotaria (teniendo en cuenta que hasta hoy ha sido un cargo exclusivo de hombres) con tan solo 32 años la joven profesional Marcela Silvina Motta Souto se perfila a ser una personalidad de prestigio en el quehacer salteño. Con sólidas bases familiares, considera que la solidaridad y el espíritu de compromiso deben estar latentes en la esencia humana y ser puestos en práctica a nivel comunidad. Como especialista del terreno legislativo (pues es abogada de profesión, entiende que se deben hacer valer adecuadamente las herramientas para llegar a modificar las situaciones.
Rotary Club Salto – presidido por Marcela Motta es el club más antiguo del departamento, (y el segundo a nivel de todo el país) está presto a cumplir los ochenta años de actividad.
“Cuando se iniciaron los clubes rotarios – declaró la entrevistada – estaban formados por hombres y en la década de los ochenta ingresaron las mujeres, si bien no en todos los clubes”.
Salteña, se crió en la zona del Club Salto Uruguay, a la vuelta de la Plaza 33, que seguramente fue seno de su esparcimiento infantil.
Su formación primaria y secundaria transcurrió en el Colegio Inmaculada Concepción, para luego trasladarse al Liceo No. 5.
Juan José su progenitor es productor rural y su madre, Zulma directora de escuela.
Seferino y Silvana, sus hermanos, también se desempeñan en diferentes profesiones.
SU RELACIÓN CON EL ÁMBITO CAMPESTRE
“Cualquier tiempito que teníamos, nos íbamos con los abuelos al campo, inclusive en compañía de nuestros compañeritos.
La infancia es la etapa mas hermosa, nutrida de bellos recuerdos …. las vacaciones, los juegos, el placer de andar a caballo, los amigos, las tareas del campo, todas esas imágenes vienen a mi memoria” – rememoró haciendo alusión a los pagos de Guaviyú de Arapey.
“La abogacía fue mi primera vocación”
– ¿A partir de qué momento de su vida advirtió su inclinación por las leyes?.
– “Desde chica…. esa necesidad de confrontar y defender siempre estuvo conmigo. Esa vocación fue creciendo poco a poco, a medida que me iba formando, sobre todo en el liceo.
Tuve excelentes docentes que fueron importantes en el camino y la elección.
La facultad es la etapa decisiva, sin dudas”.
Sostiene que la Universidad Regional Norte “es una verdadera joya, que realza y jerarquiza al departamento”.
– ¿Qué opinión le merece a usted, la concepción del Derecho en nuestro país?.
– “Nuestra legislación tiene un arraigo histórico, que va de la mano del contexto de la sociedad actual. Obedece a algunas particularidades coyunturales o consecuencias de la historia legislativa de nuestro país.
Es el fruto del trabajo de las personas que hemos elegido para que elaboren las leyes y desde algún punto debemos asumir nuestro compromiso.
Si estamos en desacuerdo, hacer valer las herramientas para poder modificar las situaciones. Depende de nosotros como ciudadanos y personas en hacer valer los derechos y tratar de hacer cumplir las leyes”.
Primeros pasos en la profesión
– ¿Recuerda los primeros casos que debió resolver?.
– Trabajaba con una compañera y lo que pensamos que nunca iba a llegar justamente nos llegó. Me acuerdo de un caso aduanero, uno penal y un juicio de minería en Montevideo.
Esas situaciones obligan a informarse, interiorizarse, buscar libros, a preguntar y procurar la colaboración de profesionales con años de experiencia.
De esa manera se aprende considerablemente.
Podemos salir de la universidad pensando que lo sabemos todo y rápidamente nos percatamos que no es así. Debemos priorizar y agudizar los esfuerzos
Todo tiene una veta diferente”.
– ¿Cuáles son los casos que mayoritariamente despiertan su interés?.
– “En el comienzo de la profesión se trabaja con los casos que llegan.
La parte civil, arrendaticia siempre me interesó.
Pero debemos contemplar todas las facetas de esta profesión, como por ejemplo en materia de Familia, en muchas circunstancias estamos decidiendo el futuro de muchas estructuras familiares”.
– A nivel macro existen temas legales que están siempre en el tapete y que llevan un largo proceso hacia la resolución…
– “Son temas que consecuentemente resurgen con el pasar de los tiempos, que rozan con el Derecho y el ejercicio de la profesión. No podemos soslayar situaciones a las que tenemos que tomar con absoluto compromiso.
Es necesario dejar de lado la posición de espectadores y ser parte activa en nuestra comunidad”.
“Socialmente todos tenemos una responsabilidad”
Otra de sus facetas vocacional tiene que ver con la docencia que la ejerce en la universidad.
– ¿Las expectativas de los estudiantes van cambiando con el tiempo?.
– “Lamentablemente se da en los últimos años pues no existen materias prácticas en la Facultad de Derecho, una actividad puntual o una asignatura anterior. Cambia la expectativa al enfrentarse a casos reales …de poder llegar a esa realidad y ver la forma de resolver los mismos”.
La solidaridad y el espíritu Rotario
Se vinculó a Rotary al formar parte de la Comisión de la Fundación Peluffo – Giguens. En 2006 fue postulada para ser beneficiaria de una beca en Texas, Estados Unidos destinada a jóvenes profesionales.
Fue seleccionada mediante concurso por el distrito uruguayo y tuvo la oportunidad de conocer el sistema legal de aquella ciudad.
Participó de un intercambio y la experiencia resultó ser muy productiva.
“Visitamos lugares relacionados con nuestra profesión, y nos alojamos en las residencias de las familias rotarias de Texas”.
Marcela tuvo la posibilidad de visitar el sistema penitenciario de la ciudad, se entrevistó con jueces y jurados.
También tomó contacto con refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica y de abuso sexual, además de universidades y centros de enseñanza. Y el balance fue muy positivo.
“El sistema judicial de Texas es sumamente diferente al nuestro.
Es un estado muy conservador, donde aún no se ha abolido la pena de muerte.
La estructura funciona allí, pero tal vez en otro lugar no sería viable”.
Califica a Salto como una ciudad muy solidaria, si bien es un valor que debería ser enfatizado.
“Todos tenemos una cuota de compromiso con los demás. No sería justo no atender al otro que necesita una mano.
De esa manera nos vamos a sentir mejores personas y nos perfeccionamos como seres humanos. Es lo mejor que nos podemos llevar de este mundo”.
Para Marcela Motta es un honor estar al frente de una institución y una gran responsabilidad, teniendo en cuenta la trayectoria del club y todo lo que ha hecho por la comunidad.
“El Rotary Club ha venido trabajando en temas puntuales desde hace mucho tiempo y ello tiene una continuidad.
A nivel local, son varios los proyectos que sustenta que tienen que ver con lo social, la alfabetización en las zonas rurales y reciclaje de prendas.
Los clubes juveniles a su vez están trabajando fuertemente con proyectos vinculados a la minoridad.
“Siempre he sentido la imperiosa necesidad de comprometerme con la sociedad y es en uno de los aspectos que deseo seguir creciendo” – reflexionó.