El encuentro estuvo enmarcado dentro de los festejos que se realizan por los 35 años del Centro de Estudios Logosóficos en Salto, que en la pasada jornada, conmemoró su aniversario, a pesar de que la Logosofía está presente en nuestro medio desde la década del 30, contando entre sus adeptos, con personalidades como Felisa Lisasola y otros coterráneos. EL PUEBLO dialogó con la integrante de dicha institución, Luciana Pereira das Neves, quien manifestó la satisfacción por el tiempo transcurrido y el afianzamiento de la Logosofía y la actividad efectuada en nuestra ciudad que nucleó a estudiantes avanzados de varios lugares.
LA LOGOSOFÍA EN SALTO
Lo importante es resaltar que la actividad estuvo enmarcada en los festejos por los 35 años del Centro de Estudios Logosóficos en Salto. Debemos recordar que, la Logosofía es una ciencia de carácter humanista, que fue creada, justamente, por un pensador y humanista argentino, que se llamaba Carlos Bernardo González Pecotche, a quien, también, se lo conoce en algunos lugares, con el seudónimo de Reumsol. Él nació en 1901, y, el 11 de agosto de 1930, funda lo que hoy se conoce la Fundación Logosófica. En Uruguay la sede central se encuentra radicada en Montevideo, y, después, hay varios centros en el país. Se creó justamente para la superación humana, buscando la superación individual de los seres, de que puedan conocerse. Y, una de las cosas que hay que resaltar de las enseñanzas, es que el ser aprende a mirarse hacia adentro, aprende a conocerse hacia su interior, algo que no se enseña y que difiere mucho de otros conocimientos.
ENSEÑANZA LOGOSÓFICA
Haciendo una analogía, la enseñanza logosófica tiene una particularidad, es atemporal en la vida del individuo. En cualquier momento puede ponerse en contacto con la enseñanza logosófica, no habiendo ninguna limitación física, ni psicológica, ni moral , como para no seguir investigando.
Y, uno va comprendiendo, también, que, la construcción de esa nueva vida que se va realizando, de una forma consciente, intuyéndose que se tiene que llegar a una parte, luchándose para llegar a la misma, y, cuando se llega, se encuentra con un panorama mucho más amplio y mucho más prometedor de lo que había imaginado. Ese es el resultado de los esfuerzos. Y, esa atemporalidad que tiene el conocimiento logosófico, dentro de la Fundación Logosófica, tiene una característica que nos parece extraordinaria, no hay ningún conflicto generacional. Todos los individuos que están dentro de la Fundación Logosófica, están en esa tesitura de aprender y de ser mejores.