En el Juzgado de Paz firmaron el acta que acredita su matrimonio Wilson López Sánchez y Daiana Rodríguez Viera.
Fueron testigos Daniela López Sánchez, Daniel Da Silva González, Johana Rodríguez Viera y Nicolás Martínez Rocha.
En horas de la noche en la Iglesia Centro Evangelístico situado en Avda. Harriague fue bendecida la unión por el Pastor Hugo Rodríguez, padre de la desposada.
El templo lució una sobria decoración, en el altar habían plantas de interiores y dos importantes arreglos florales ubicados sobre columnas, mientras que los bancos se unían con piezas de tul blanco retenidos a ramilletes de flores blancas y violetas y algo de espárragos.
A la hora señalada y mientras se escuchaba la marcha nupcial la novia avanzó hasta el altar por el sendero alfombrado de rojo, lo hizo acompañada de su hermano Hugo Samuel Rodríguez.
Daiana realzó vistiendo modelo nupcial realizado en organza bordada en hilos de seda blanco, corsage de breteles al cuello y espalda baja, falda de suave movimiento se extiende al dorso en traine, sus cabellos peinados al natural lucieron tiara de strass, el ramo de novia lo constituían flores blancas, lilas y violetas con cascada de follaje matizado.
En el altar la esperaban el novio junto a sus padres Eduardo López y Mabel Sánchez y la mamá de la desposada Lupe Viera de Rodríguez.
Durante la ceremonia en grupo “Alas de Adoración” interpretó melodías acordes al momento que se vivía, al momento de bendecir los anillos se acercaron Agustina y Joaquín Sacarías entregándoselos al celebrante.
Finalizado el ritual en el atrio la gentil pareja fue saludada, posteriormente con un brindis fue celebrado el acontecimiento.
El salón fue decorado en el techo con telas blancas y lilas, detrás de la mesa principal habían cortinados de voile y satén enmarcados con columnas de globos en composée. El lunch fue servido en coquetas mesas realzadas con pequeños bouquet de flores naturales, mientras acompañaban suaves melodías propicias para la sociabilidad. Llegado el momento de elevar las copas en el brindis compartido se cortó la torta de bodas compuesta de tres pisos ubicados en diferentes planos, bañadas de blanco con guarda de pequeñas flores de azúcar iguales a las que adornaban los brazos del soporte que sostenían las tortas.
Recibió esta pareja múltiples finos y prácticos obsequios que pasaron alhajar el nuevo hogar. Retribuyeron atenciones repartiendo delicados souvenirs realizados con dos palomitas de porcelana unidas en sus picos con alianzas doradas y la tarjetitas con sus nombres y fechas.