-Dos de los tres ocupantes con lesiones sin gravedad
-Llevaba dinero para los pagos en estancia “La Mulita”
Los restos de la avioneta eximen de mayores comentarios. Tras rozar unos árboles y el estallido de un neumático, el aparato cayó en un montículo de piedras y se incendió por completo. Por fortuna ninguno de los tres ocupantes resultó con lesiones de gravedad.
El dinero que portaban fue consumido por el fuego, debido a la premura en abandonar el aparato incendiado.
Venían de Montevideo e iban para una estancia a pagarle al personal
Tres personas salvaron milagrosamente sus vidas luego que su avioneta se estrellara en Puntas de Valentín
La Estancia «La Mulita» adonde se produjo el accidente
Se salvaron de milagro. Un accidente protagonizado por una avioneta cuando pretendía aterrizar en el campo de una estancia de nuestro departamento, dejó como saldo a tres personas heridas, pero ninguna de gravedad. El inusitado hecho causó conmoción, puesto que a raíz del impacto la aeronave sufrió serios daños, ya que al no poder aterrizar en forma adecuada, rozó contra un árbol, momento en que habría estallado uno de los neumáticos del tren de aterrizaje, dio una vuelta sobre sí y se incendió, provocando además el incendio del área donde se estrelló, en un montículo de piedras.
Los ocupantes de la avioneta eran las personas encargadas de realizar los pagos del personal de un establecimiento ganadero y en esta oportunidad iban al lugar con el dinero de los haberes del personal. Pero al tomar fuego la avioneta, el dinero se quemó en su interior.
Las personas están a salvo y el solitario y tranquilo lugar se vio alarmado por el inusual hecho, el que incluso generó que las autoridades se movilizaran hasta la zona.
TRAÍAN EL DINERO
Los ocupantes del vuelo eran José María Sanz de 40 años de edad, residente en Montevideo, que oficia como administrador de la Estancia «La Mulita», un establecimiento agrícola ganadero ubicado en Puntas de Valentín, a unos 140 kilómetros de la capital departamental.
Según pudo saber EL PUEBLO, el lugar es propiedad de una familia de italianos que no residiría en el país, pero mantiene desde hace varios años la explotación del lugar.
El avión era un Cessna 182, que había tomado vuelo en el aeroparque de Melilla del departamento de Canelones, a primeras horas de la mañana y que tenía como destino en principio el aeropuerto de Nueva Hespérides, pero debido a la extensa distancia existente entre el aeropuerto y el establecimiento, decidió seguir vuelo y aterrizar en la estancia.
El piloto de la aeronave, también residente en Montevideo era Javier Solari, el cual llevaba como acompañante a Raúl Lorenzo Perrone y al mencionado administrador de la estancia «La Mulita».
La aeronave intentó aterrizar en la estancia, pero al emprender las maniobras de descenso uno de los neumáticos del tren de aterrizaje tocó un árbol y enseguida tomó fuego, a raíz del impacto, la velocidad de la avioneta y ayudados por el tórrido sol que se presentaba en la zona, ésta comenzó a incendiarse y a provocar un foco ígneo en los alrededores llegando a dar una vuelta sobre sí.
Al estrellarse, los ocupantes lograron salir del lugar alcanzando a tener apenas algunas lesiones leves, empero uno de ellos, resultó con heridas de mayor entidad.
El dinero que traían consigo para el pago del personal de la estancia, se quemó junto con la avioneta que resultó destruída íntegramente y cuyos restos quedaron esparcidos en el lugar y fueron documentados por la Policía, los Bomberos que trasladaron una unidad hasta ese lugar y el personal de la Fuerza Aérea local que se dirigió hasta la zona para realizar las investigaciones pertinentes.
Fue un mal día, pero con final feliz para los ocupantes de la aeronave que pueden contarlo.
Imágenes de lo que pudo ser una tragedia y sólo fue un accidente con lesionados leves
Contra estos árboles impactó el tren de aterrizaje, estallando un neumático, incendiándose y desencadenando la caída.
Esto fue lo que quedó de la avioneta Cessna CX BON que había partido de Montevideo con destino a la Estancia «La Mulita»,
trayendo el dinero para los pagos del personal.
El motículo de piedras sobre el que terminó el aparato. Parece imposible que no hubiera terminado en tragedia.
Lo que quedó del fuselaje. Absolutamente inservible como el resto del avión.
Un Policía cuenta los restos del dinero quemado que venía en el aparato y no hubo tiempo de recuperarlo.