Una charla apasionante en el marco del Bicentenario
Carlos Maggi nos “mostró” e hizo admirar a un Artigas desconocido desde su abuelo
No encuentro las palabras adecuadas para hacer verdadera justicia con la exquisita conferencia que el Dr. Carlos Maggi realizó el viernes a la noche en la sede de la Regional Norte de la Universidad de la República a instancia de la Comisión Honoraria del Patrimonio Histórico de Salto en el marco del Ciclo de Charlas del Bicentenario para referirse a los distintos “nacimientos de Artigas”. Por espacio de casi hora y media Maggi nos paseó por fronteras casi desconocidas sobre la vida de Artigas, asignando en la primera parte de su oratoria una singular importancia al abuelo del prócer, don Juan Antonio Artigas, que ayuda a entender el gran arraigo que Artigas tuvo durante toda su vida con los charrúas.
ORIGEN DE UN PAÍS
“Las palabras se desgastan un poco si hablamos de la patria, parece una cosa ampulosa, pero la diferencia entre un montón de gente arriba de un territorio y un país, una nación, sale de un sentimiento profundo que coincide. Si nosotros nos reunimos hoy para comentar cosas que sucedieron acá por gente que queremos y que nos cambió la realidad a favor, que nos hizo lo que se necesita ser para que esto fuera un país, es decir, que tuviéramos sentimientos de cohesión, que nos gustara vivir juntos, eso es un país”.
“El tema de cuántas veces Artigas nació es un invento formidable, me puse a apuntar las veces que Artigas nació y son muchas, porque un personaje como él, que es un ser extraordinario con una obra extraordinaria, tiene un principio de nacimiento en su abuelo, Juan Antonio Artigas un hombre absolutamente extraordinario. Si no hubiera tenido ese nieto también debería haber figurado en la historia de manera muy destacada. Es un hombre que cuando nadie se atrevía a venir a Montevideo y quedarse, él vino con su mujer y con sus cuatro hijas y se instaló. Fue una demostración de coraje y de confianza en si mismo extraordinaria, un analfabeto, guardia de una prisión, todo lo descalificaba, y cuando tuvo la primera oportunidad de su vida y vino a un lugar a fundar una ciudad, hizo en esa ciudad lo que nadie en esa ciudad pudo haber hecho”.
FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO
“La ciudad de Montevideo se funda en 1726, seis años después, en 1732 la ciudad es menos que un caserío, es un conjunto de cabañas cubiertas de cuero a un grado de desprolijidad y de cosa primitiva asombroso. Habían llegado dos barquitos, el Nuestra Señora de Lencina y el San Martín, el primero con treinta y cinco familias, no había en Montevideo cincuenta familias”.
“Este territorio ya había rechazado a todos los colonos que quisieron afincarse en él. Pedro de Mendoza cuando vino, primer adelantado, se afincó en esta zona con mucha gente armada y los charrúas lo sacaron cortito para el otro lado y ahí fundó Buenos Aires, donde los indios eran más suaves, tuvo que pelear contra ellos también pero no era lo mismo que pasaba en la bien llamada Banda de los Charrúas”.
“En 1732, Montevideo que es nada y que no tiene muralla y por tanto no puede defenderse de nada, donde creo que había solo cinco o seis armas de fuego, que era un conjunto de horribles tiendas de ramas y cuero, se ve asediada por los indios en una situación muy difícil. Los indios se levantaban, tenían motivos sobrados, porque la verdad es que los españoles llegaban y la única ocupación que tenían era sacarle la poca riqueza que había a los indios que estaban viviendo de las vacas”.
“Entonces los indios se levantaban y la van a destruir, como han destruido antes todas los intentos coloniales. Por algo Zabala fue requerido cuatro veces por el rey de España exigiéndole que erigiera una población en Montevideo como forma de detener el avance portugués –se había descubierto en el Cerro de Montevideo un escudo portugués grabado en una piedra- y Zabala no lo había podido hacer. Cuando lo hace, lo hace porque el rey le escribe que si no funda la ciudad que había mandado fundar, va a opinar que ‘estoy deservido de vos’, por lo que no lo dejaría de gobernador y seguro le mandaría a la cárcel. Así que Zabala firma su testamento en Buenos Aires y sale con todas las embarcaciones que podían servir para una guerra, barcos decomisados por el gobernador de Buenos Aires para venir sobre Montevideo que estaba en ese momento ocupada por los portugueses”.
ABUELO DE ARTIGAS, HÉROE DE MONTEVIDEO
“Los portugueses, como siempre, antes que llegara Zabala dispararon. Ahí Zabala deja a su gente preparando las cosas para hacer una ciudad, sin familias todavía. De las primeras seis familias que se afincan ahí, una de ellas es la de Juan Antonio Artigas, como dije, analfabeto y guardia de la prisión de Buenos Aires, que viene con su mujer y sus cuatro hijas”.
“En ese momento, la ciudad está asediada por los indios, se sabe que va a ser atacada y no tiene defensa. Hay un acta del Cabildo que cuenta la situación de la ciudad, donde el representante que mandó Zabala explica a los cabildantes. Zabala le había dicho, ‘usted va a Montevideo y les dice lo que tiene que hacer, pero no hace nada’. Y el representante de Zabala viene y les explica que les va a decir lo que tienen que hacer pero que él no puede hacer nada. Hay que subir a caballito, salir para la campaña y traer a un cacique para pactar. Ustedes se dan cuenta lo que es esa situación de guerra contra indígenas desconocidos, famosos por los salvajes y violentos en un grado terrible, y salir con un caballito a buscarlos para decirle, ‘escuche, vengo a decirles que vengan a la ciudad que necesitamos hablar con ustedes’”.
“Cuando el Cabildo recibe esa explicación y esa orden, nadie de los que están dice nada, quedan todos callados y se cierra el acta sin que se haga nada. Después que se cerró el acta, el secretario la reabre y dice, ‘en esta situación, Juan Antonio Artigas se ofrece para ir a buscar a los indios’. Entonces todos los cabildantes recobran el ánimo y empiezan a tener ideas y le dicen que vaya a buscar un indio colla que hay por donde ahora es Colonia, que sabía hablar español y charrúa. Traen al indio colla que puede servir de traductor y salen los dos solos en dos caballitos para los campos del norte a ver cómo hacen para localizar una tribu que le digan dónde están los caciques y que no los maten antes de empezar a conversar”.
“El hecho es que después de unos días, cae a Montevideo un indio con sus acompañantes antes que ellos saliesen y les dice que él va a arreglar todo, Tacú se llama este indio, que él va a hacer las paces. Lo tratan como a un gran huésped, le hacen toda clase de homenajes dentro de lo que podía hacer la aldea de Montevideo, un poblado pobre y atrasado. La cosa es que lo tratan muy bien hasta que el indio se aburre y les dice que era todo mentira, que van a venir, que los van a matar a todos y se va”.
“Entonces hay que salir a buscar a otro cacique que no sea mentiroso como este, con la amenaza de que este los mate, es una situación realmente desesperante, la que encara Juan Antonio Artigas que sale y trae a otro cacique, se hace la paz y la ciudad se salva. Después de eso, cada vez que Montevideo es asediada por los indígenas, Juan Antonio Artigas agarra un caballito -esto sucede en cuatro oportunidades- y va a hablar con los caciques, cada vez le resulta más fácil porque cada vez que va y promete algo, eso se cumple”.
“Por eso él va cobrando una confianza muy especial en el trato con los indígenas. Ese abuelo de Artigas vive hasta que Artigas es bastante grande, Artigas tiene seis o siete años cuando muere Juan Antonio Artigas. Pienso, ¿de qué podría hablar ese viejo con su nieto? Yo le cuento cuando jugaba al basquetbol, que alguna vez gané, muchas perdí, le cuento mis hazañas pero supongo que Juan Antonio Artigas le contaría cuando fue a buscar a los caciques y lo que dijeron, y cómo él se entiende con los indios porque esa relación seguía”.
“¿De qué podían hablar los indios de noche cuando hacían una hoguera y se sentaban alrededor? De este señor que iba, y donde estaban esos tipos raros con armas de fuego los hacía entender, los trataba bien y les cumplía todo lo que prometía, era un intermediario único, durante muchos años, hasta que era viejo”.
PRIMER NACIMIENTO DE ARTIGAS, UN SER RARO
“Artigas nace primero con un apoyo importante, el único tipo que podía tener relación amistosa, verdadera y leal con los indígenas, con los charrúas y con los minuanes, que eran los dueños de toda la campaña del río Negro para arriba”.
“Así que primer nacimiento de Artigas es nieto de un héroe de la colonización. Cuando nace Artigas es un hecho natural y no pasa absolutamente nada, nace y punto. Todo esto que les conté, le debe pesar de alguna manera, yo no hablé con él para saberlo, pero los hechos dicen que de alguna manera pesó de dos maneras. Primero, estoy completamente seguro, tuvo un aval extraordinario para hablar con los charrúas porque tenía a su abuelo como respaldo. En segundo lugar, porque a los catorce años, Artigas era capaz de irse solo a un territorio bravío… una vez en una escuela estaba contando esto y había explicado dramáticamente que los indios eran terribles, tenían territorios que el que entraba moría, los malones contra las estancias donde robaban a las mujeres, entonces Artigas llegó ahí y se hizo amigo de ellos. Un chiquilín me levanta la mano, ‘¿así que eran tan malos los indios y él no tuvo miedo?’ Y es verdad, no tuvo miedo porque debía tener contactos debido a la acción de su abuelo, yo no había contado ese día lo de Juan Antonio Artigas, por eso ahora perdí tiempo o gané tiempo contándoles la historia de Juan Antonio Artigas, que es muy importante para entender esta actitud de Artigas que lo destaca como un ser raro”.
“Tenía una familia establecida, económicamente estaban bien, se llevaban bien, nunca tuvo problemas con su padre ni con su madre, no se conoce que haya tenido enemigos aquí, al revés, era un tipo que se desarrollaba naturalmente, y siendo un niño de catorce años se fue a ese infierno que era el norte y se perdió para siempre. Yo creo que de verdad no volvió a Montevideo nunca. Tuvo físicamente alguna vez pero instalado en Montevideo no quiso estar nunca”.
ARTIGAS Y EL CACIQUILLO
“Cuando se fundó el Archivo Artigas en 1945, Maneco Flores y yo, que éramos dos estudiantes de veinte años, fuimos llamados. Habíamos escrito un folleto que se llamó ‘Artigas, primer estadista de la revolución’ en un concurso de Secundaria que con Maneco para escribir un trabajo de cincuenta páginas nos llevó seis meses, y por esa razón, la comisión del Archivo Artigas nos nombró ayudantes investigadores en Buenos Aires”.
“Así que fuimos a Buenos Aires a trabajar en un archivo. Nuestro trabajo consistía en recibir una pila de papeles manuscritos originales de la época, todos referidos a Artigas, atados con una cinta hilera en el Archivo General de la Nación de Buenos Aires. Y cada uno que tenía una referencia interesante sobre Artigas tomábamos nota y eso después se mandaba al Archivo Artigas”.
“Ahí descubrimos muchas cosas. Narancio, que era el jefe investigador y nosotros sus ayudantes, descubrió la carta que Artigas le manda al Caciquillo, donde le dice, tú sabés que yo tengo confianza en ti y tú en mí, y el mundo nos va a ver y nos va a contemplar, tal cosa y tal otra, y firma ‘tu padre, Artigas’. Esa carta no le gusta a los historiadores, la verdad que Narancio la mandó catalogada como correspondía al Archivo Artigas y no salió. Y cuando yo publiqué el primer libro sobre Caciquillo, y hacía mención a esa carta, Narancio se enojó y publicó en el diario El País una nota diciendo en qué momento el Archivo Artigas iba a reaccionar y publicar esa carta que es tan importante y que ahora genera un libro. Pivel Devoto, que era el director del Archivo, le contestó diciéndole, ‘usted me reprocha la vez que la mandó usted, y si yo le digo que también la mandó Flavio García –historiador conocido- y se volvió a perder. Yo creo que es un misterio de Agatha Christie’, esa fue la contestación de Pivel, y hasta ahora esa carta no se publicó nunca, así que hay muchas cosas que a los historiadores no les gusta”.
Desgrabación y edición de Leonardo Silva Pinasco
Varios «nacimientos» más del Prócer
La charla del Dr. Carlos Maggi continuó por espacio de casi una hora más, donde hizo referencia a otros nacimientos de José Gervasio Artigas, como el filosófico, el político, el estratega militar, el líder de una nación, entre otros. Además se tomó el tiempo para explicar y hacer comprender a los presentes el origen de la leyenda negra que por muchos años pesó sobre Artigas, como contrabandista y asesino.