El lunes pasado (5 de setiembre), quedará grabado en la historia de la Liga Salteña de Fútbol, desde el momento que fue la primera vez en que se anula el fallo de un Tribunal Arbitral. El mismo fallo que en su contenido-resolución, se sanciona con 30 Unidades Reajustables a River Plate, Salto Nuevo y Ceibal, por haber impulsado el partido amistoso del 18 de julio, sin la correspondiente autorización del Comando de Jefatura de Policía de Salto.

Desde el momento que no se cumplieron los protocolos de seguridad, el Comando remitió una nota-denuncia a la Liga Salteña, la que fue derivada al Tribunal Arbitral.
En la semana anterior, en reunión sostenida por delegados de los clubes involucrados con neutrales, se rescató una omisión: el traslado de la denuncia del Comando al Tribunal, SIN HABÉRSELO VOTADO en el Consejo Superior. Pasó a sostener que en función de ello, no hubo margen para los descargos de los clubes. Aunque es del caso tener en cuenta que desde River Plate se contempló ese objetivo: no así, Ceibal y Salto Nuevo.
Tras lo sucedido el lunes, repercusiones que no han faltado, mientras desde más de un delegado y neutral también, la autocrítica sobre la mesa: «a todos se nos escapó que había que votar el traslado de la denuncia del Comando al Tribunal….y nadie se dio cuenta. Pero de lo que no hay dudas es que hubo una irregularidad reglamentaria, por eso el fallo es nulo»
Más allá de esta posición, no faltan quienes desde el rol de observadores, plantean que «se dieron cuenta del error, una vez que el Tribunal se expidió y sancionó. En esas semanas previas, nadie reparó en que no votaron lo que debían haber votado»