Estalló la bronca
a violencia estalló una vez más en una sociedad que la tiene incorporada y ya parece no tener cura. Nos hemos convertido en un lugar donde arreglamos las cosas a patadas e insultos, poniendo por delante siempre el agravio antes de encontrar el diálogo. Ya no fue la pasión la que ganó la ira, sino la agresión por sí misma la que generó una situación que condice con los tiempos que corren.
Ahora el deporte, que debe ser reflejo de salud, mente sana, equilibrio y entretenimiento, se convirtió en un espectáculo sumamente violento, lo que provocó una serie de situaciones que hablan de la sociedad en la que vivimos y del país que tenemos.
Es que resulta que un partido de fútbol, ya no es un evento representativo de nuestra cultura, sino una suerte de guerra entre dos bandos. Donde al parecer todos deben tener un comportamiento deplorable y generar un estadio de violencia e inseguridad, que demuestra como tenemos incorporado esa faceta en nuestra personalidad. Ya que hasta algunos actores de relevancia llegaron a restarle importancia, pidiendo que todo siga, como si nada hubiera pasado. Es que el pasado domingo, cuando se disputaba la primera fecha de la tradicional Liguilla por el Campeonato Salteño de Fútbol de Primera División, una jugada del partido que se repite desde hace años como la final del torneo, donde miles de personas lo seguían minuto a minuto tanto desde el propio estadio como desde sus casas, a través de los medios de comunicación, dio origen a que estallara la bronca. Ello deparó en la violencia, la agresión y el caos total. Después las consecuencias. La confrontación entre las partes, los enfrentamientos, los agravios y la seguidilla de hechos bochornosos que solamente ilustran la falta de seriedad de los principales actores a la hora de demostrar que podemos hacer las cosas bien. El estallido de violencia entre los jugadores y los dirigentes del Nacional Fútbol Club contra la terna arbitral de ese partido, encabezada por el árbitro Fernando Monzón, ¿se trató de un hecho aislado, o este tipo de episodios son parte de una sociedad enferma por la violencia que solo sabe reaccionar ante cualquier situación con agresiones?
¿Ya tenemos incorporado el estado de violencia como componente de nuestra personalidad? ¿Qué tipo de espectáculo estamos ofreciendo a los apasionados del fútbol? ¿Qué ejemplo se le da a los aficionados de cada equipo, a los que se les pide a su vez que celebren con calma y disfruten del espectáculo? ¿Qué muestra de buen deporte, salud y entretenimiento, se les enseña a los niños que asisten a este tipo de eventos? El fútbol ¿sigue siendo un espectáculo para toda la familia? Esto, en el siguiente informe de EL PUEBLO.
…………..
En el fútbol la gente saca a relucir sus frustraciones
“Depende de los dirigentes erradicar la violencia del fútbol para que la familia vuelva”, dijo Hugo Guerra
Si bien se encuentran en un momento de definiciones sobre lo ocurrido el otro domingo, quien fue designado como vocero de la Liga Salteña de Fútbol para informar sobre las consecuencias del actual estado de conflicto del campeonato salteño de fútbol, el Dr. Hugo Guerra, opinó que la violencia es un fenómeno mundial que ha determinado incluso “que haya hasta muertos a la salida de los estadios”.
Consultado para este informe, el abogado sostuvo que lo que ocurre hoy como es el caso de “las separaciones de hinchadas, es una cosa que hace algunos años era algo impensable, pero son situaciones que también suceden donde existen las grandes ligas del fútbol mundial, como en Argentina, Italia o España”.
Aunque consideró que episodios violentos como el que se vivió en Salto el pasado domingo, que empañan un espectáculo familiar, son “nada más que un reflejo de la forma en la que la sociedad vive actualmente”.
Señaló que el fútbol es “un lugar que convoca a las personas donde todos van a exteriorizar sus frustraciones, sus necesidades, sus problemas, una serie de situaciones socio culturales que se dan en la sociedad y que se reflejan en el fútbol, lo que pasa que al ser justamente un espectáculo público y masivo eso queda en evidencia”.
Aunque sacó a relucir su profesión de abogado cuando subrayó que para los operadores jurídicos “este tipo de violencia se manifiesta hasta en el seno de la familia y en este caso se traslada a un espectáculo público y en consecuencia toma estado público, pero es algo que sucede a todos los niveles de la sociedad y todos los días”.
¿UN ESPECTACULO PARA TODA LA FAMILIA?
Sobre el hecho de si este tipo de eventos siguen siendo aptos para la concurrencia masiva de toda la familia y no dejaron de ser hechos aislados, el Dr. Hugo Guerra afirmó que en ese punto es que se juega la “capacidad de los dirigentes actuales del fútbol para tratar de revertir esa situación, es una situación real que no la podemos negar, pero si no la afrontamos, si no le buscamos soluciones, primero si no admitimos que existe este tipo de problemas y le buscamos un diagnóstico de situación, para ver donde estamos ubicados y así luego empezamos a trabajar, porque obviamente los factores son múltiples a partir de este momento es que la dirigencia del fútbol tiene que ponerse a trabajar”.
Porque admitió que solamente “depende de nosotros (los dirigentes y jugadores) poder erradicar este tipo de hechos violentos y eso permitiría que la familia pudiera volver al fútbol”.
……………….
Hay que buscar el involucramiento de toda la sociedad, dijo
“Nuestra sociedad incorporó la agresión física como parte del relacionamiento”, afirma Juan Romero
a jugada duró apenas segundos. Las tensiones y emociones por lo que significaba el partido estaban a flor de piel y pasó lo que podía pasar, un penal aparente que el juez no cobró. La bronca de los que iban perdiendo se desató contra el juez, éste adoptó sanciones contra los jugadores que reaccionaron de inmediato y en un momento determinado, hasta el entrenador participó generando el incidente mayor con la agresión física propinada al árbitro. La gente muda, no entendía nada. Los parciales de ambos equipos se fueron enojados y asombrados con lo que estaban viendo. La semana pasó de discusiones y hasta ayer la seguían. Sin embargo, lo que ocurrió fue imborrable.
Según el sociólogo Juan Romero, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Regional Norte de la Universidad de la República, “nuestra sociedad está incorporando a la agresión física, más que a la violencia que ya forma parte de las relaciones humanas, pero sí a la agresión física especialmente como parte de una forma de relacionamiento”.
Romero explicó a EL PUEBLO para este informe que “como cada día se incorpora más la agresión, el hecho de pegarle un garrotazo al otro, o andar armado comienza a ser algo normal, cuando antes había otros códigos que se respetaban, incluso dentro de las propias barras bravas”.
Dice que “todos los actores” que forman parte de ese evento deportivo, “generan los canales para que esa violencia se canalice y sea absorbida por el propio espectáculo”. Pero afirmó que el problema mayor se da “cuando los canales que se han establecido para contener esa violencia no dan a basto, entonces la violencia se comienza a externalizar no solamente con la palabra sino que pasa a la agresión física, con la ira contra sus propios ídolos o contra los contrarios, eso es lo que se está observando en estos tiempos como algo fuera de lo común y el sistema deportivo no da cuenta de esa violencia”.
Señaló que cuando los actores que juegan un papel preponderante contribuyen a este estadio de violencia, las cosas se van de las manos fácilmente. Sobre todo cuando se prepara el escenario para esto.
“La prensa juega un rol fundamental en esto. A modo de ejemplo, cuando Uruguay jugó con Argentina, hubo algunos medios que titularon ‘La batalla del Río de la Plata’, entonces estas cosas generan contextos nada pacíficos, sino que al contrario, se van exasperando los ánimos y la gente cuando llega al espectáculo ya está preparada para algo”.
Explicó que “si encima uno cuenta con medios esperables para los hechos que puedan producirse, la gente sabe que cuando se pasa de la raya, puede seguir haciéndolo y lo que supuestamente debe ser un espectáculo deportivo, hace que las personas canalicen mucha de la violencia cotidiana que se vive y el espectáculo deportivo no está por fuera de lo que nos ocurre a diario. Eso hace que la gente se extralimite”.
Para el docente universitario la realidad indica que “actualmente se están perdiendo esos códigos que permitía que esa violencia se canalizara de una manera. Y además aparecen otros elementos como la droga, el consumo de alcohol y que quienes las consumen se vuelven incontrolables. Pero más allá de esto, estamos ante un fenómeno social cada vez mayor, que en vez de apaciguar los ánimos, promueve la violencia”.
¿SOLUCIONES?
Tomando como ejemplo lo que ocurrió en Inglaterra, donde se sancionaron leyes exclusivamente para regular el comportamiento social durante los espectáculos deportivos, el sociólogo Juan Romero señala que nuestra sociedad debe tomar cartas en el asunto en forma similar.
“Debe generarse un sistema preventivo para este tipo de espectáculos, controlando a los hinchas, preparando a la Policía especialmente para este tipo de eventos, controlando a los comercios a la redonda de los estadios para que no vendan bebidas alcohólicas y multándolos en serio si es que lo hacen, buscando el involucramiento de los clubes, tanto de los dirigentes como de los jugadores, el de los medios de comunicación y de la propia ciudadanía para evitar que este tipo de cosas sigan sucediendo”, advirtió Juan Romero.